*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO MIÉRCOLES DE LA SEMANA XII*
Del Común de un mártir. Salterio IV
28 de junio
*SAN IRENEO, obispo y mártir (MEMORIA)*.
Nació hacia el año 130 y fue educado en Esmirna; fue discípulo de san
Policarpo, obispo de aquella ciudad. El año 177 era presbítero de Lyon
(Francia), y poco después ocupó la sede episcopal de dicha ciudad. Escribió en
defensa de la fe católica contra los errores de los gnósticos. Recibió la palma
del martirio, según se cuenta, alrededor del año 200.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires.
Himno: PALABRA DEL SEÑOR YA RUBRICADA
Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que, en la alegría
de servir al Señor, es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme.
Salmo 107 - ALABANZA AL SEÑOR Y PETICIÓN DE AUXILIO.
Dios mío, mi corazón está firme,
para tí cantaré y tocaré, gloria mía.
Despertad, cítara y arpa,
despertaré a la aurora.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor,
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria;
para que se salven tus predilectos,
que tu mano salvadora nos responda.
Dios habló en su santuario:
«Triunfante ocuparé Siquén,
parcelaré el valle de Sucot;
mío es Galaad, mío Manasés,
Efraín es yelmo de mi cabeza,
Judá es mi cetro;
Moab, una jofaina para lavarme,
sobre Edom echo mi sandalia,
sobre Filistea canto victoria.»
Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá a Edom,
si tú, ¡oh Dios!, nos has rechazado
y no sales ya con nuestras tropas?
Auxílianos contra el enemigo,
que la ayuda del hombre es inútil;
con Dios haremos proezas,
El pisoteará a nuestros enemigos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi corazón está firme, Dios mío, mi
corazón está firme.
Ant 2. El Señor me ha revestido de
justicia y santidad.
Cántico: ALEGRIA DEL PROFETA ANTE LA NUEVA JERUSALÉN Is 61, 10—62, 5
Desbordo de gozo en el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como a un novio que se pone la corona,
o a una novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos, ante todos los pueblos.
Por amor de Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que despunte la aurora de su justicia
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes, tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»;
ni a tu tierra, «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra, «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor me ha revestido de
justicia y santidad.
Ant 3. Alabaré al Señor mientras viva.
Salmo 145 - FELICIDAD DE LOS QUE ESPERAN EN DIOS.
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos;
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabaré al Señor mientras viva.
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y
Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder
nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con
que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los
sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa
nuestro consuelo.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor es mi fuerza y mi energía.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Él es mi salvación.
R. Y mi energía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Ábreme, Señor, los ojos.
R. Y contemplaré las maravillas de tu voluntad.
PRIMERA LECTURA
Del primer libro de Samuel 1, 20-28; 2, 11-21
NACIMIENTO Y CONSAGRACIÓN DE SAMUEL
En aquellos días, Ana concibió, dio a luz un hijo,
y le puso de nombre Samuel, diciendo:
«¡Al Señor se lo pedí! »
Pasado un año, su marido Elcaná subió, con toda la familia, para hacer el
sacrificio anual al Señor y cumplir la promesa. Ana se excusó para no subir,
diciendo a, su marido:
«Cuando destete al niño, entonces lo llevaré para presentárselo al Señor y que
se quede allí para siempre.»
Su marido Elcaná le respondió:
«Haz lo que te parezca mejor; quédate hasta que lo destetes. Y que el Señor te
conceda cumplir tu promesa.»
Ana se quedó en casa y crió a su hijo hasta que lo destetó. Entonces, subió con
él al templo del Señor de Siló, llevando un novillo de tres años, una fanega de
harina y un odre de vino. Cuando mataron el novillo, Ana presentó el niño a
Elí, diciendo:
«Señor, por tu vida, yo soy la mujer que estuvo aquí, junto a ti, rezando al
Señor. Este niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición. Por
eso, yo se lo cedo al Señor de por vida, para que sea suyo.»
Después, se postraron ante el Señor. Ana volvió a su casa de Ramá; y el niño
estaba al servicio del Señor a las órdenes del sacerdote Elí.
En cambio, los hijos de Elí eran unos desalmados: no respetaban al Señor ni las
obligaciones de los sacerdotes con la gente. Cuando una persona ofrecía un
sacrificio; mientras se guisaba la carne, venía el ayudante del sacerdote,
empuñando un tenedor, lo clavaba dentro de la olla o caldero o puchero o
barreño, y todo lo que enganchaba el tenedor se lo llevaba el sacerdote. Así
hacían con todos los israelitas que acudían a Siló. Incluso antes de quemar la
grasa, iba el ayudante del sacerdote y decía al que iba a ofrecer el
sacrificio:
«Dame la carne para el asado del sacerdote. Tiene que ser cruda, no te aceptaré
carne cocida.»
Y si el otro respondía:
«Primero hay que quemar la grasa, luego puedes llevarte lo que se te antoje.»
Le replicaba:
«No. O me la das ahora o me la llevo por las malas.»
Aquel pecado de los ayudantes era grave a los ojos del Señor, porque
desacreditaban las ofrendas al Señor.
Por su parte, Samuel seguía al servicio del Señor y llevaba puesto un roquete
de lino. Su madre solía hacerle una túnica, y cada año se la llevaba cuando
subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual. Y Elí bendecía a Elcaná y a
su mujer:
«El Señor te dé un descendiente de esta mujer, en compensación por el préstamo
que ella hizo al Señor.»
Luego se volvían a casa. El Señor se cuidó de Ana, que concibió y dio a luz
tres niños y dos niñas. El niño Samuel crecía en el templo del Señor.
RESPONSORIO 1S 2, 1. 2; Lc 1,
46-47
R. Mi corazón
se regocija por el Señor, porque gozo con tu salvación. * No
hay santo como el Señor, no hay roca como nuestro Dios.
V. Proclama mi alma la grandeza del Señor, se
alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
R. No hay santo como el Señor, no hay roca como
nuestro Dios.
SEGUNDA LECTURA
Del Tratado de san Ireneo, obispo, Contra las
herejías
(Libro 4, 20, 5-7: SC 100, 640-642. 644-648)
LA GLORIA DE DIOS CONSISTE EN QUE EL HOMBRE VIVA Y
LA VIDA DEL HOMBRE CONSISTE EN LA VISIÓN DE DIOS
La claridad de Dios vivifica y, por lo tanto, los
que ven a Dios reciben la vida. Por esto aquel que supera nuestra capacidad,
que es incomprensible, invisible, se hace visible y comprensible para los
hombres, se adapta a su capacidad, para dar vida a los que lo perciben y lo
ven. Vivir sin vida es algo imposible, y la subsistencia de esta vida proviene
de la participación de Dios, que consiste en ver a Dios y gozar de su bondad.
Los hombres, pues, verán a Dios y vivirán, ya que esta visión los hará
inmortales, al hacer que lleguen hasta la posesión de Dios. Esto, como dije
antes, lo anunciaban ya los profetas de un modo velado, a saber, que verán a
Dios los que son portadores de su Espíritu y esperan continuamente su venida.
Como dice Moisés en el Deuteronomio: Aquel día veremos que puede Dios hablar a
un hombre, y seguir éste con vida.
Aquel que obra todo en todos es invisible e inefable en su ser y en su
grandeza, con respecto a todos los seres creados por él, mas no por esto deja
de ser conocido, porque todos sabemos, por medio de su Verbo, que es un solo
Dios Padre, que lo abarca todo y que da el ser a todo; este conocimiento viene
atestiguado por el Evangelio, cuando dice: Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo
unigénito, que está en el seno del Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.
Así, pues, el Hijo nos ha dado a conocer al Padre desde el principio, ya que
desde el principio está con el Padre; él, en efecto, ha manifestado al género
humano el sentido de las visiones proféticas, de la distribución de los
diversos carismas, con sus ministerios, y en qué consiste la glorificación del
Padre, y lo ha hecho de un modo consecuente y ordenado, a su debido tiempo y
con provecho; porque donde hay orden allí hay armonía, y donde hay armonía allí
todo sucede a su debido tiempo, y donde todo sucede a su debido tiempo allí hay
provecho.
Por esto el Verbo se ha constituido en distribuidor de la gracia del Padre en
provecho de los hombres, en cuyo favor ha puesto por obra los inescrutables
designios de Dios, mostrando a Dios a los hombres, presentando al hombre a
Dios; salvaguardando la invisibilidad del Padre, para que el hombre tuviera
siempre un concepto muy elevado de Dios y un objetivo hacia el cual tender,
pero haciendo también visible a Dios para los hombres, realizando así los
designios eternos del padre, no fuera que el hombre, privado totalmente de
Dios, dejara de existir; porque la gloria de Dios consiste en que el hombre
viva, y la vida del hombre consiste en la visión de Dios. En efecto, si la
revelación de Dios a través de la creación es causa de vida para todos los
seres que viven en la tierra, mucho más lo será la manifestación del Padre por
medio del Verbo para los que ven a Dios.
RESPONSORIO Ml 2, 6; Sal 88, 22
R. «Una
doctrina auténtica llevaba en su boca, y en sus labios no se hallaba
maldad; * en paz y rectitud andaba conmigo», dice el Señor.
V. Mi mano estuvo siempre con él y mi brazo lo
hizo valeroso.
R. «En paz y rectitud andaba conmigo», dice el
Señor.
*Lecturas del Miércoles de
la 12ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles,
28 de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(7,15-20)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los falsos profetas;
se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos
los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los
cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos
malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos
buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir,
que por sus frutos los conoceréis.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Ireneo, haciendo honor a su nombre, con su vida y con su esfuerzo,
trabajó a favor de la paz de las Iglesias.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ireneo, haciendo honor a su nombre,
con su vida y con su esfuerzo, trabajó a favor de la paz de las Iglesias.
PRECES
Celebremos, amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al
recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios,
aclamémosle diciendo:
Nos has comprado, Señor, con tu sangre.
Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida
como testimonio de la fe,
concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu.
Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar
su sangre,
concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus
pasos,
concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre
del Cordero,
concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, tú que quisiste que el obispo san Ireneo hiciera triunfar
la verdadera doctrina y lograra afianzar la paz de tu Iglesia, haz que
nosotros, renovados, por su intercesión, en la fe y en la caridad, nos
esforcemos siempre en fomentar la unidad y la concordia entre los hombres. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
Santos Pedro y Pablo, apóstoles
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LA HERMOSA LUZ DE ETERNIDAD INUNDA.
La hermosa luz de eternidad inunda
con fulgores divinos este día,
que presenció la muerte de estos Príncipes
y al pecador abrió el camino de la vida.
Hoy lleváis la corona de la gloria,
padres de Roma y jueces de los pueblos:
el maestro del mundo, por la espada;
y, por la cruz, el celestial portero.
Dichosa tú que fuiste ennoblecida,
oh Roma, con la sangre de estos Príncipes,
y que, vestida con tan regia púrpura,
excedes en nobleza a cuanto existe.
Honra, poder y sempiterna gloria
sean al Padre, al Hijo y al Espíritu
que en unidad gobiernan toda cosa
por infinitos e infinitos siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Señor, tu saber me sobrepasa.
Salmo 138, 1-18. 23-24 - I TODO ESTÁ PRESENTE A
LOS OJOS DE DIOS.
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me envuelves por doquier,
me cubres con tu mano.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
tu diestra llegará hasta mí.
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, tu saber me sobrepasa.
Ant 2. Yo, el Señor, penetro el corazón,
sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.
Salmo 138 II
Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra,
tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro,
calculados estaban mis días
antes que llegase el primero.
¡Qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.
Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Yo, el Señor, penetro el corazón,
sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.
Ant 3. Todo fue creado por él y para él.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA
CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo fue creado por él y para él.
LECTURA BREVE Rm 1, 1-3a. 7
Pablo, esclavo de Jesucristo, convocado para ser
apóstol y elegido para anunciar la Buena Nueva de Dios, que ya antes había él
prometido, por medio de los profetas en las sagradas Escrituras, acerca de su
Hijo: Desea la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de
Jesucristo, el Señor, a cuantos estáis en Roma, amados de Dios, asamblea santa.
RESPONSORIO BREVE
V. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
R. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con
valentía.
V. Y daban testimonio de la resurrección del
Señor.
R. Con valentía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con
valentía.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Estos dos gloriosos apóstoles de Cristo, a quienes en la vida les
unió un estrecho afecto, ni en la muerte fueron separados.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Estos dos gloriosos apóstoles de
Cristo, a quienes en la vida les unió un estrecho afecto, ni en la muerte
fueron separados.
PRECES
Oremos hermanos, a Cristo, el Señor, que quiso edificar su Iglesia
sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle confiados:
Socorre, Señor, a tu pueblo.
Tú que llamaste a Pedro para hacerlo pescador de hombres,
no dejes de llamar obreros a tu mies para que el mundo se salve.
Tú que increpaste a los vientos y al mar para que la barca de los discípulos no
se hundiera,
protege a tu Iglesia de toda perturbación y fortalece al sucesor de Pedro.
Tú que, después de la resurrección, congregaste en torno a Pedro tu grey
dispersa,
reúne a tu Iglesia en un solo aprisco.
Tú que enviaste a Pablo a evangelizar a los paganos,
haz que el anuncio de la salvación llegue a todos los pueblos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que diste a la Iglesia las llaves del reino de los cielos,
abre las puertas de la felicidad a los que durante su vida confiaron en tu
misericordia.
Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios nuestro, concédenos la poderosa ayuda de los santos
apóstoles Pedro y Pablo, para que aquellos mismos que nos comunicaron las
primeras enseñanzas de la fe nos obtengan ahora, con su intercesión, el auxilio
necesario para llegar a la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.