*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA IX
Del Común de un mártrir. Salterio I
5 de junio
*SAN BONIFACIO, obispo y mártir. (MEMORIA)*
Nació en Inglaterra hacia el año 673; después de haber vivido como monje en el
monasterio de Exeter, el año 719 partió para Alemania, donde predicó la fe
cristiana, obteniendo excelentes resultados. Fue ordenado obispo y gobernó la
Iglesia de Maguncia. Con la ayuda de varios colaboradores, fundó o restauró
diversas Iglesias en Baviera, Turingia y Franconia. También convocó concilios y
promulgó leyes. El año 754, mientras evangelizaba a los frisones, fue asesinado
por unos paganos. Su cuerpo recibió sepultura en el monasterio de Fulda.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires.
Himno: PALABRA DEL SEÑOR YA RUBRICADA
Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que, en la alegría
de servir al Señor, es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.
SALMODIA
Ant 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Salmo 5, 2-10. 12-13 - ORACIÓN DE LA MAÑANA DE UN JUSTO PERSEGUIDO
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor;
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.
Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.
En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.
Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A ti te suplico, Señor; por la
mañana escucharás mi voz.
Ant 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre
glorioso.
Cantico: SÓLO A DIOS HONOR Y GLORIA 1Cro 29, 10-13
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,
tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria,
tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.
Por eso, Dios nuestro,
nosotros te damos gracias,
alabando tu nombre glorioso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre
glorioso.
Ant 3. Postraos ante el Señor en el atrio
sagrado.
Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA TEMPESTAD.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria hace oír su trueno,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.
La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El trono del Señor está encima de la tempestad,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Postraos ante el Señor en el atrio
sagrado.
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y
Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder
nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con
que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los
sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa
nuestro consuelo.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor es mi fuerza y mi energía.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Él es mi salvación.
R. Y mi energía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Enséñame a cumplir tu voluntad.
R. Y a guardarla de todo corazón.
PRIMERA LECTURA
De la carta del apóstol Santiago 2, 14-26
LA FE SIN OBRAS ESTÁ MUERTA
Hermanos, ¿qué provecho saca uno con decir: «Yo tengo fe», si no tiene obras?
¿Podrá acaso salvarlo la fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen
qué ponerse y andan faltos de alimento diario, y que uno de vosotros les dice:
«Andad con Dios, calentaos y buen provecho», pero sin darles lo necesario para
el cuerpo; ¿de qué sirve eso? Pues lo mismo la fe: si no va acompañada de las
obras, está muerta en su soledad.
Y si alguno dijera: «Tú tienes fe y yo tengo obras», pruébame tu fe sin obras,
que yo por mis obras te probaré mi fe. Tú crees que hay un solo Dios; muy bien
hecho, pero eso lo creen también los demonios y los hace temblar. ¿Quieres
enterarte, estúpido, de que la fe sin obras es inútil?
Nuestro padre Abraham, ¿no fue justificado por las obras, por ofrecer a su hijo
Isaac sobre el altar? Fíjate en que la fe colaboraba con sus obras y que con
las obras se realizó la fe; así, llegó a cumplirse lo que dice aquel pasaje de
la Escritura: «Abraham se fió de Dios y eso le valió la justificación», y se le
llamó «amigo de Dios». Ya ves que un hombre es justificado por las obras, no
por la fe sola.
Lo mismo vale de Rajab, la prostituta: ¿no fue justificada por sus obras, por
acoger a los emisarios y hacerlos salir por otro camino? O sea, lo mismo que un
cuerpo que no respira está muerto, también la fe sin obras está muerta.
RESPONSORIO Mt 7, 21; St 2, 17
R. No todo el que me diga: «¡Señor, Señor!»
entrará en el reino de los cielos; * el
que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese entrará en el reino de los
cielos.
V. La fe, si no va acompañada de las obras, está
muerta en su soledad.
R. El que cumpla la voluntad de mi Padre
celestial, ése entrará en el reino de los cielos.
SEGUNDA LECTURA
De las Cartas de san Bonifacio, obispo y mártir
(Carta 78; MGH, Epistolae 3, 352. 354)
PASTOR SOLÍCITO, QUE VELA SOBRE EL REBAÑO DE CRISTO
La Iglesia, que como una gran nave surca los mares de este mundo, y que es
azotada por las olas de las diversas pruebas de esta vida, no ha de ser
abandonada a sí misma, sino gobernada.
De ello nos dan ejemplo nuestros primeros padres Clemente y Cornelio y muchos
otros en la ciudad de Roma, Cipriano en Cartago, Atanasio en Alejandría, los
cuales, bajo el reinado de los emperadores paganos, gobernaban la nave de
Cristo, su amada esposa, que es la Iglesia, con sus enseñanzas, con su
protección, con sus trabajos y sufrimientos hasta derramar su sangre.
Al pensar en éstos y otros semejantes, me estremezco y me asalta el temor y el
terror, me cubre el espanto por mis pecados, y de buena gana abandonaría el
gobierno de la Iglesia que me ha sido confiado, si para ello encontrara apoyo
en el ejemplo de los Padres o en la sagrada Escritura.
Mas, puesto que las cosas son así y la verdad puede ser impugnada, pero no
vencida ni engañada, nuestra mente fatigada se refugia en aquellas palabras de
Salomón: Confía en el Señor con toda el alma, no te fíes de tu propia
inteligencia; en todos tus caminos piensa en él, y él allanará tus sendas. Y en
otro lugar: Torre fortísima es el nombre del Señor, en él espera el justo y es
socorrido. Mantengámonos en la justicia y preparemos nuestras almas para la prueba;
sepamos aguantar hasta el tiempo que Dios quiera y digámosle: Señor, tú has
sido nuestro refugio de generación en generación.
Tengamos confianza en él, que es quien nos ha impuesto esta carga. Lo que no
podamos llevar por nosotros mismos, llevémoslo con la fuerza de aquel que es
todopoderoso y que ha dicho: Mi yugo es suave y mi carga ligera. Mantengámonos
firmes en la lucha en el día del Señor, ya que han venido sobre nosotros días
de angustia y aflicción. Muramos, si así lo quiere Dios, por las santas leyes
de nuestros padres, para que merezcamos como ellos conseguir la herencia
eterna.
No seamos perros mudos, no seamos centinelas silenciosos, no seamos mercenarios
que huyen del lobo, sino pastores solícitos que vigilan sobre el rebaño de
Cristo, anunciando el designio de Dios a los grandes y a los pequeños, a los
ricos y a los pobres, a los hombres de toda condición y de toda edad, en la
medida en que Dios nos dé fuerzas, a tiempo y a destiempo, tal como lo escribió
san Gregorio en su libro a los pastores de la Iglesia.
RESPONSORIO 1Ts 2, 8; Ga 4, 19
R. Queríamos daros no sólo el Evangelio de Dios,
sino incluso nuestro propio ser, * porque
habíais llegado a sernos muy queridos.
V. ¡Hijos míos!, por quienes sufro de nuevo
dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros.
R. Porque habíais llegado a sernos muy queridos.
*Lecturas del Lunes de la 9ª
semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 5
de junio de 2023
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(12,1-12):
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a
los escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una
cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos
labradores y se marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores,
para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y
lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo
insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los
apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último,
pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron:
"Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia."
Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño
de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis
leído aquel texto: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la
piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro
patente"?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero
temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. El que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la
vida eterna.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El que se aborrece a sí mismo en
este mundo se guardará para la vida eterna.
PRECES
Celebremos, amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al
recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios,
aclamémosle diciendo:
Nos has comprado, Señor, con tu sangre.
Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida
como testimonio de la fe,
concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu.
Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar
su sangre,
concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus
pasos,
concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre
del Cordero,
concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio nos ayude a
mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras aquella misma fe que él
predicó con su palabra y testimonió con su sangre. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: OH DIOS, QUE ERES EL PREMIO
Oh Dios, que eres el premio, la corona
y la suerte de todos tus soldados,
líbranos de los lazos de las culpas
por este mártir a quien hoy cantamos.
El conoció la hiel que está escondida
en la miel de los goces de este suelo,
y, por no haber cedido a sus encantos,
está gozando los del cielo eterno.
Él afrontó con ánimo seguro
lo que sufrió con varonil coraje,
y consiguió los celestiales dones
al derramar por ti su noble sangre.
Oh piadosísimo Señor de todo,
te suplicamos con humilde ruego
que, en el día del triunfo de este mártir,
perdones los pecados de tus siervos.
Gloria eterna al divino Jesucristo,
que nació de una Virgen impecable,
y gloria eterna al Santo Paracleto,
y gloria eterna al sempiterno Padre. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor se complace en los justos.
Salmo 10 - EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»
Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo detesta.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor se complace en los justos.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 - ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE 1Pe 4, 13-14
Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo,
para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por
el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el
Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro.
R. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has
dado respiro.
V. Nos refinaste como refinan la plata.
R. Pero nos has dado respiro.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has
dado respiro.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han
encontrado descanso eterno.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los santos tienen su morada en el
reino de Dios, y allí han encontrado descanso eterno.
PRECES
En esta hora en la que el Señor, cenando con sus discípulos,
presentó al Padre su propia vida que luego entregó en la cruz, aclamemos al Rey
de los mártires, diciendo:
Te glorificamos, Señor.
Te damos gracias, Señor, principio, ejemplo y rey de los mártires,
porque nos amaste hasta el extremo.
Te damos gracias, Señor, porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos
y les das parte en los premios de tu reino.
Te damos gracias, Señor, porque hoy hemos ofrecido, como sacrificio para el
perdón de los pecados,
la sangre de la alianza nueva y eterna.
Te damos gracias, Señor,
porque con tu gracia nos has dado perseverar en la fe durante el día que ahora
termina.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te damos gracias, Señor,
porque has asociado a nuestros hermanos difuntos a tu muerte.
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio nos ayude a
mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras aquella misma fe que él
predicó con su palabra y testimonió con su sangre. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.