*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*24 de diciembre, feria*
*LAUDES, NONA, VISPERAS Y COMPLETA*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Hoy sabréis que vendrá el Señor, y mañana veréis su gloria.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis
obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Hoy sabréis que vendrá el Señor, y mañana veréis su gloria.
Himno: QUE VIENE CRISTO REPITEN.
Que viene Cristo repiten
con su clamor los profetas,
previniendo que la gracia
de la redención se acerca.
Se anuncia nuestro mañana,
los corazones se alegran,
anunciadores de gloria
miles de voces resuenan.
Fue el primer advenimiento
no de castigo ni de pena,
sino por curar heridas
salvando a quién pereciera.
Mas que ha de venir de nuevo
su venida nos alerta,
a coronar a los justos
y a darles la recompensa.
Luz perenne se nos brinda,
la salvación centellea,
y un resplandor nos convoca
a las mansiones etéreas.
Oh Cristo, anhelamos verte
cual Dios en visión perpetua,
porque este gozo será
bienaventuranza eterna. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tú Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor, porque de ti
saldrá un jefe, que gobernará a mi pueblo Israel.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE
LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu
misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor,
perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor, porque de ti
saldrá un jefe, que gobernará a mi pueblo Israel.
Ant 2. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de
piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros
padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Ant 3. «Mañana será el día de vuestra salvación», dice el Señor de los
ejércitos.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus
enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus
manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de
él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus
manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Mañana será el día de vuestra salvación», dice el Señor de los
ejércitos.
LECTURA BREVE Is 11, 1-3a
Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, y de
su raíz brotará un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu
de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de
ciencia y de temor del Señor.
RESPONSORIO BREVE
V. Mañana quedará borrada la iniquidad de
la tierra.
R. Mañana quedará borrada la iniquidad de
la tierra.
V. Y sobre nosotros reinará el Salvador del
mundo.
R. Quedará borrada la iniquidad de la
tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Mañana quedará borrada la iniquidad de
la tierra.
V. El Señor anuncia su palabra a Jacob.
R. Sus decretos y mandatos a Israel.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Isaías 44, 1-8. 21-23
PROMESAS DE REDENCIÓN DE ISRAEL
Escucha, Jacob, siervo mío; Israel, mi
elegido: Así dice el Señor que te hizo, que te formó en el seno y te
auxilia:
«No temas, siervo mío, Jacob, mi amado, mi
elegido; voy a derramar agua sobre lo sediento y torrentes en el páramo; voy a
derramar mi aliento sobre tu estirpe y mi bendición sobre tus vástagos.
Crecerán como hierba junto a la fuente, como sauces junto a las acequias. Uno
dirá: "Soy del Señor"; otro se pondrá el nombre de Jacob; uno se tatuará
en el brazo: "Del Señor", y se apellidará Israel.»
Así dice el Señor, Rey de Israel, su
redentor, el Señor de los ejércitos:
«Yo soy el primero y yo soy el último;
fuera de mí no hay dios. ¿Quién se parece a mí? Que se levante y hable, que lo
explique y me lo exponga. ¿Quién anunció de antemano el porvenir, quién nos
predice lo que ha de suceder? No temáis, no tembléis: ¿no lo anuncié y lo
predije por adelantado? Vosotros sois testigos: ¿hay un dios fuera de mí? No
existe roca que yo no conozca.
Acuérdate de esto, Jacob; de que eres mi
siervo, Israel. Yo te formé, siervo mío eres, Israel, no te olvidaré. He
disipado como niebla tus rebeliones, como nube tus pecados: vuelve a mí, que yo
soy tu redentor.»
Aclamad, cielos, porque el Señor ha actuado;
vitoread, simas de la tierra; romped en aclamaciones, montañas, y tú, bosque,
con todos tus árboles; porque el Señor ha redimido a Jacob y se gloría de
Israel.
RESPONSORIO Is 40, 9
R. Súbete a un monte elevado, heraldo de
Sión; * di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.»
V. Alza fuerte la voz, heraldo de
Jerusalén.
R. Di a las ciudades de Judá: «Aquí está
vuestro Dios.»
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 185: PL 38, 997-999)
LA VERDAD BROTA DE LA TIERRA Y LA JUSTICIA MIRA DESDE EL CIELO
Despierta, hombre: por ti Dios se hizo
hombre. Despierta, tú que duermes, surge de entre los muertos; y Cristo con su
luz te alumbrará. Te lo repito: por ti Dios se hizo hombre.
Estarías muerto para siempre, si él no
hubiera nacido en el tiempo. Nunca hubieras sido librado de la carne del
pecado, si él no hubiera asumido una carne semejante a la del pecado. Estarías
condenado a una miseria eterna, si no hubieras recibido tan gran misericordia.
Nunca hubieras vuelto a la vida, si él no se hubiera sometido voluntariamente a
tu muerte. Hubieras perecido, si él no te hubiera auxiliado. Estarías perdido
sin remedio, si él no hubiera venido a salvarte.
Celebremos, pues, con alegría la venida de
nuestra salvación y redención. Celebremos este día de fiesta, en el cual el
grande y eterno Día, engendrado por el que también es grande y eterno Día, vino
al día tan breve de esta nuestra vida temporal.
Él se ha hecho para nosotros justicia,
santificación y redención. y así -como dice la Escritura- «el que se gloría que
se gloríe en el Señor.»
La verdad brota, realmente, de la tierra,
pues Cristo, que dijo: Yo soy la verdad, nació de la Virgen. Y la justicia mira
desde el cielo, pues nadie es justificado por si mismo, sino por su fe en aquel
que por nosotros ha nacido. La verdad brota de la tierra, porque la Palabra se
hizo carne. Y la justicia mira desde el cielo, porque toda dádiva preciosa y
todo don perfecto provienen de arriba. La verdad brota de la tierra, es decir,
la carne de Cristo es engendrada en María. Y la justicia mira desde el cielo,
porque nadie puede apropiarse nada, si no le es dado del cielo.
Ya que hemos recibido la justificación por
la fe, estamos en paz con Dios, porque la justicia y la paz se besan. Por medio
de nuestro Señor Jesucristo, porque la verdad brota de la tierra. Por él hemos
obtenido el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos apoyados en la
esperanza de la gloria de Dios. Fíjate que no dice «nuestra gloria», sino la
gloria de Dios, porque la justicia no procede de nosotros, sino que mira desde
el cielo. Por ello el que se gloría que se gloríe no en sí mismo, sino en el
Señor.
Por eso también, cuando el Señor nació de
la Virgen, los ángeles entonaron este himno: Gloria a Dios en el cielo, y en la
tierra paz a los hombres que ama el Señor.
¿Cómo vino la paz a la tierra? Sin duda
porque la verdad brota de la tierra, es decir, Cristo nace de María. Él es
nuestra paz, él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, para que todos seamos
hombres de buena voluntad, unidos unos a los otros con el suave vínculo de la
unidad. Alegrémonos, pues, por este don, para que nuestra gloria sea el
testimonio que nos da nuestra conciencia; y así nos gloriaremos en el Señor, y
no en nosotros. Por eso dice el salmista: Tú eres mi gloria, tú mantienes alta
mi cabeza.
¿Qué mayor gracia pudo hacernos Dios?
Teniendo un Hijo único lo hizo Hijo del hombre, para que el hijo del hombre se
hiciera hijo de Dios.
Busca dónde está tu mérito, busca de dónde
procede, busca cuál es tu justicia: y verás que no puedes encontrar otra cosa
que no sea pura gracia de Dios.
RESPONSORIO Is 11, 1. 5. 2
R. Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, y
de su raíz brotará un vástago. * La justicia será el ceñidor de su cintura, y
la lealtad el cinturón de sus caderas.
V. Sobre él se posará el espíritu del
Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de
fortaleza.
R. La justicia será el ceñidor de su
cintura, y la lealtad el cinturón de sus caderas.
*Lecturas del 24 de
Diciembre. Feria de Adviento*
Sábado, 24
de diciembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(1,67-79)*
En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se llenó de Espíritu Santo y
profetizó diciendo:
«“Bendito sea el Señor, Dios de Israel”,
porque ha visitado y “redimido a su pueblo”,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la “misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza”
y “el juramento que juró a nuestro padre Abrahán” para concedernos
que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante “del Señor a preparar sus caminos”,
anunciando a su pueblo la salvación
por el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. A María le llegó el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz a su Hijo
primogénito.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1,
68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros
enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo
con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre
Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del
Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro
Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A María le llegó el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz a su Hijo
primogénito.
PRECES
Hermanos, oremos con todo nuestro espíritu
a Cristo redentor, que vendrá con gran poder y gloria, y digámosle:
Ven, Señor Jesús.
Señor Jesucristo, que vendrás con poder desde
el cielo,
mira nuestra pequeñez y haz que seamos
dignos de tus dones.
Tú que viniste a anunciar la Buena Noticia
a los hombres,
danos fuerza para que también nosotros
anunciemos el Evangelio a nuestros hermanos.
Tú que desde el trono del Padre todo lo
gobiernas,
haz que aguardemos con alegría la dicha que
esperamos, tu aparición gloriosa.
Consuélanos, Señor, con los dones de tu
divinidad,
a los que anhelamos la gracia de tu venida.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Pidamos que el reino de Dios llegue a todos
los hombres:
Padre nuestro...
ORACION
Jesús, Señor nuestro, ven pronto, no tardes
más, para que se reanimen con tu venida los que confían en tu amor. Tú que
vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
HORA NONA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: OH DIOS, TENAZ VIGOR DE TODA COSA
Oh Dios, tenaz vigor de toda cosa,
que inmóvil en ti mismo permaneces,
y que el orden del tiempo determinas
por medio de la luz que nace y muere.
Dígnate concedernos, en la tarde,
Luz con que nuestra vida nunca cese,
y haz que el bien infinito de la gloria
siga a la gracia de una santa muerte.
Glorificado seas, Jesucristo,
nacido del más puro y santo vientre,
y que sean también glorificados
el Padre y el Espíritu por siempre.
Amén.
SALMODIA
Ant 1. María dijo: «¿Qué significa este
saludo? Me quedo perpleja ante estas palabras de que daré a luz un Rey sin
perder mi virginidad.»
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA
NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL
SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL
JUSTO
¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. María dijo: «¿Qué significa este
saludo? Me quedo perpleja ante estas palabras de que daré a luz un Rey sin
perder mi virginidad.»
LECTURA BREVE Is 61, 11
Como el suelo hecha sus brotes, como un
jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los
himnos, ante todos los pueblos.
V. Ven, Señor, y no tardes.
R. Perdona los pecados de tu pueblo.
ORACIÓN
OREMOS,
Jesús, Señor nuestro, ven pronto, no tardes
más, para que se reanimen con tu venida los que confían en tu amor. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: HOY NACE EL SOL DIVINAL.
Hoy nace el sol divinal
de la Virgen sin mancilla;
hoy el eterno se humilla
y se hace hombre mortal.
Hoy la reina celestial
pare al rey del firmamento,
sin recibir detrimento
su pureza virginal.
Adórote, Verbo eterno,
Hijo del muy alto Padre,
nacido de pobre madre
en la yema del invierno.
Gracias te doy, Niño tierno,
pues con tu divinidad
juntaste mi humanidad,
por librarme del infierno. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Rey de la paz ha sido glorificado
y toda la tierra desea contemplar su rostro.
Salmo 112 - ALABADO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Rey de la paz ha sido glorificado y
toda la tierra desea contemplar su rostro.
Ant 2. Envía su mensaje a la tierra, y su
palabra corre veloz.
Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus
puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Envía su mensaje a la tierra, y su
palabra corre veloz.
Ant 3. El que era la Palabra substancial
del Padre, engendrado antes del tiempo, hoy se ha anonadado a sí mismo,
haciéndose carne por nosotros.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU
MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la
muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el
«Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla
se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios
Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El que era la Palabra substancial del
Padre, engendrado antes del tiempo, hoy se ha anonadado a sí mismo, haciéndose
carne por nosotros.
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a
su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que
estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
RESPONSORIO BREVE
V. Hoy sabréis que vendrá el Señor.
R. Hoy sabréis que vendrá el Señor.
V. Y mañana veréis su gloria.
R. Hoy sabréis que vendrá el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Hoy sabréis que vendrá el Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Cuando salga el sol, veréis al Rey de
reyes, que viene del Padre, como el esposo que sale de su alcoba.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su
esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por
siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cuando salga el sol, veréis al Rey de
reyes, que viene del Padre, como el esposo que sale de su alcoba.
PRECES
Adoremos a Cristo, que se anonadó a sí
mismo y tomó la condición de esclavo, probado en todo exactamente como
nosotros, menos en el pecado, y supliquémosle con fe ardiente, diciendo:
Por tu nacimiento, socorre Señor, a quienes
has redimido.
Tú que al entrar en el mundo has inaugurado
el tiempo nuevo anunciado por los profetas,
haz que tu Iglesia se rejuvenezca
siempre.
Tú que asumiste las debilidades de los
hombres,
dígnate ser luz para los que no ven, fuerza
para los débiles, consuelo para los tristes.
Tú que naciste pobre y humilde,
mira con amor a los pobres y dígnate
consolarlos.
Tú que anuncias a todos la alegría de una
vida sin fin por tu nacimiento terreno,
alegra a los agonizantes con la esperanza
de un nacimiento a una vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que descendiste al mundo para que los
hombres pudiesen ascender al cielo,
admite en tu gloria a todos los difuntos.
Porque Dios ha infundido en nuestros
corazones un espíritu filial, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que cada año nos alegras con
la festividad llena de esperanza de nuestra redención, concédenos que así como
ahora acogemos a tu Hijo llenos de júbilo como redentor, así también lo
recibamos llenos de confianza cuando vuelva como juez. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Hermanos, habiendo llegado al final de esta
jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran
culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre
Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros,
hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro
Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia
de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Himno: CUANDO ACABAMOS EL DÍA
Cuando acabamos el día
te suplicamos, Señor,
nos hagas de centinela
y otorgues tu protección.
Que te sintamos: contigo
sueñe nuestro corazón
para cantar tus loores
de nuevo al salir el sol.
Danos vida saludable,
alienta nuestro calor,
tu claridad ilumine
la oscuridad que llegó.
Dánoslo, Padre piadoso,
por Jesucristo, el Señor,
que reina con el Espíritu
Santo vivificador. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha
mi oración.
Salmo 4 - ACCIÓN DE GRACIAS.
Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor
mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi
honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi
favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho;
ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.
Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver
la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de
nosotros?»
Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón
más alegría
que si abundara en trigo y en vino.
En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo, Señor, me haces vivir
tranquilo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi
oración.
Ant 2. Durante la noche, bendecid al Señor.
Salmo 133 - ORACIÓN VESPERTINA EN EL TEMPLO
Y ahora bendecid al Señor,
los siervos del Señor,
los que pasáis la noche
en la casa del Señor:
Levantad las manos hacia el santuario,
y bendecid al Señor.
El Señor te bendiga desde Sión:
el que hizo cielo y tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Durante la noche, bendecid al Señor.
LECTURA BREVE Dt 6, 4-7
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es
solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma,
con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se
las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de
camino, acostado y levantado.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN Lc
2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los
pueblos
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz
que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene
con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos
de los siglos.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda una
noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios,
no desprecies las oraciones
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.