*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO DE
ADVIENTO: LAUDES, NONA, VISPERAS Y COMPLETA*
*20 de
diciembre*
*LAUDES*
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. El Señor está cerca, venid adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole
gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la
tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus
manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en
Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a
prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto
mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: LA PENA QUE LA TIERRA SOPORTABA
La pena que la tierra soportaba,
a causa del pecado, se ha trocado
en canto que brota jubiloso
en labios de María pronunciado.
El sí de las promesas ha llegado,
la alianza se cumple, poderosa,
el Verbo eterno de los cielos
con nuestra débil carne se desposa.
Misterio que sólo la fe alcanza,
María es nuevo templo de la gloria,
rocío matinal, nube que pasa,
luz nueva en presencia misteriosa.
A Dios sea la gloria eternamente,
al Hijo suyo amado Jesucristo,
que quiso nacer para nosotros
y darnos su Espíritu divino. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Saldrá el Señor de su santuario, y vendrá a salvar a su pueblo.
Salmo 100 - PROPÓSITO DE UN PRÍNCIPE JUSTO
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Saldrá el Señor de su santuario, y vendrá a salvar a su pueblo.
Ant 2. Tenemos en Sión una ciudad fuerte: el Salvador ha puesto en ella
murallas y baluartes; abrid las puertas, que con nosotros está Dios. Aleluya.
Cántico: ORACIÓN DE AZARÍAS EN EL HORNO Dn. 3, 26-27.29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros
padres,
digno de alabanza y glorioso es tu
nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho
con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos
delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la
tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón
contrito,
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tenemos en Sión una ciudad fuerte: el Salvador ha puesto en ella
murallas y baluartes; abrid las puertas, que con nosotros está Dios. Aleluya.
Ant 3. Conozca la tierra, Señor, tus caminos, todos los pueblos tu
salvación.
Salmo 143, 1-10 - ORACIÓN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te
fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses
en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende,
toca los montes, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos,
dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas
caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los
reyes,
y salvas a David, tu siervo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Conozca la tierra, Señor, tus caminos, todos los pueblos tu
salvación.
LECTURA BREVE Jr 30,21-22
Esto dice el Señor: «Saldrá de Jacob un
príncipe, su señor saldrá de en medio de él; me lo acercaré y se llegará a mi.
Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.»
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el
Señor.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el
Señor.
V. Su gloria aparecerá sobre ti.
R. Amanecerá el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el
Señor.
V. Una voz clama en el
desierto: Preparad el camino del Señor.
R. Enderezad las sendas para
nuestro Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Isaías 41, 21-29
EL SEÑOR, ÚNICO DIOS, ES QUIEN ANUNCIA AL LIBERTADOR CIRO
Presentad vuestro pleito
-dice el Señor-; aducid vuestras pruebas -dice el Rey de Jacob-; que se
adelanten y nos anuncien lo que va a suceder: Narradnos vuestras predicciones
pasadas, y prestaremos atención; anunciadnos el futuro, y conoceremos el
desenlace; narrad los sucesos futuros, y sabremos que sois dioses. Haced algo,
bueno o malo, que nos demos cuenta y lo veamos todo. Mirad, vosotros sois nada;
vuestras obras, vacío; es abominable elegiros.
Yo lo he suscitado en el
norte, y ha venido; en oriente lo llamo por su nombre; pisará gobernantes como
barro, como pisa el alfarero la arcilla. ¿Quién lo anunció de antemano, para
que se supiera, por adelantado, para que dijeran: «Tiene razón»?
Ninguno lo narra, ninguno lo
anuncia, nadie oye vuestro discurso. Lo anuncié yo el primero en Sión y envié
un heraldo a Jerusalén. Busqué; pero entre ellos no había nadie, ningún
consejero a quien preguntarle para que me informara. Todos juntos eran nada;
sus obras, vacío; aire y nulidad, sus estatuas.
RESPONSORIO Dt 18, 18; Lc 20, 13; Jn 6, 14
R. Les suscitaré un profeta
y pondré mis palabras en su boca; * y él les dirá todo lo que yo le mande.
V. Enviaré a mi amado Hijo;
éste es ciertamente el profeta que ha de venir al mundo.
R. Y él les dirá todo lo que
yo le mande.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Bernardo, abad, Sobre las excelencias de la
Virgen Madre
(Homilía 4, 8-9: Opera omnia, edición cisterciense 4 [1966], 53-54)
EL MUNDO ENTERO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA
Has oído, Virgen, que
concebirás y darás a luz un hijo. Has oído que no será por obra de varón, sino
por obra del Espíritu Santo. Mira que el ángel aguarda tu respuesta: ya es
tiempo de que vuelva al Señor que lo envió. También nosotros, condenados a
muerte por una sentencia divina, esperamos, Señora, tu palabra de misericordia.
En tus manos está el precio
de nuestra salvación; si consientes, de inmediato seremos liberados. Todos
fuimos creados por la Palabra eterna de Dios, pero ahora nos vemos condenados a
muerte; si tú das una breve respuesta, seremos renovados y llamados nuevamente
a la vida.
Virgen llena de bondad, te
lo pide el desconsolado Adán, arrojado del paraíso con toda su descendencia. Te
lo pide Abraham, te lo pide David. También te lo piden ardientemente los otros
patriarcas, tus antepasados, que habitan en la región de la sombra de muerte.
Lo espera todo el mundo, postrado a tus pies.
Y no sin razón, ya que de tu
respuesta depende el consuelo de los miserables, la redención de los cautivos,
la libertad de los condenados, la salvación de todos los hijos de Adán, de toda
tu raza.
Apresúrate a dar tu
consentimiento, Virgen, responde sin demora al ángel, mejor dicho, al Señor,
que te ha hablado por medio del ángel. Di una palabra y recibe al que es la
Palabra, pronuncia tu palabra humana y concibe al que es la Palabra divina,
profiere Una palabra transitoria y recibe en tu seno al que es la Palabra
eterna.
¿Por qué tardas?, ¿por qué
dudas? Cree, acepta y recibe. Que la humildad se revista de valor, la timidez
de confianza. De ningún modo conviene que tu sencillez virginal olvide ahora la
prudencia. Virgen prudente, no temas en este caso la presunción, porque, si
bien es amable el pudor en el silencio, ahora es más necesario que en tus
palabras resplandezca la misericordia.
Abre, Virgen santa, tu
corazón a la fe, tus labios al consentimiento, tu seno al Creador. Mira que el
deseado de todas las naciones está junto a tu puerta y llama. Si te demoras,
pasará de largo y entonces, con dolor, volverás a buscar al que ama tu alma.
Levántate, corre, abre. Levántate por la fe, corre por el amor, abre por el
consentimiento. Aquí está -dice la Virgen- la esclava del Señor, hágase en mí
según tu palabra.
RESPONSORIO Cf. Lc 1, 31. 42
R. Recibe la palabra, Virgen
María, que el Señor te anuncia por medio del ángel: concebirás y darás a luz al
Dios hecho hombre, * para que te llamen bendita entre las mujeres.
V. Darás a luz un hijo sin
perder tu virginidad, concebirás en tu seno y serás madre siempre intacta.
R. Para que te llamen
bendita entre las mujeres.
*Lecturas del 20 de
Diciembre. Feria de Adviento*
Martes, 20
de diciembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(1,26-38)*
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazarat, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa
de David; el nombre de la virgen era María.
Él ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era
aquel. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu
pariente Isabel ha concebido en hijo en su vejez, y ya está de seis meses la
que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se ha cumplido ya todo lo que el ángel dijo de la Virgen María.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su
pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de
nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos
odian;
ha realizado así la misericordia que
tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre
Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del
Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de
nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo
alto,
para iluminar a los que viven en
tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se ha cumplido ya todo lo que el ángel dijo de la Virgen María.
PRECES
Oremos, hermanos, a Cristo, nuestro
redentor, que ha venido para darnos la justificación, y digámosle con júbilo:
Ven, Señor Jesús.
Señor, cuya venida en la carne
anunciaron antiguamente los profetas,
haz germinar en nosotros la semilla de
las virtudes.
Concede a los que anunciamos al mundo
tu salvación
que encontremos también en ti nuestra
salvación.
Tú que viniste a librar a los
oprimidos,
cura las dolencias de los que sufren.
Tú que reconciliaste al mundo con Dios
en tu primera venida,
absuélvenos de toda condenación cuando
vengas como juez.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Repitamos las palabras de Jesús,
pidiendo al Padre que venga su reino:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, estando ya
próximo el aniversario del nacimiento de tu Hijo en carne mortal, te pedimos
nos hagas sentir la abundancia de su amor, que lo hizo encarnarse en el seno de
la Virgen María y habitar entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
HORA NONA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Aleluya.
Himno: FUNDAMENTO DE TODO LO QUE EXISTE
Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.
Mira al hombre que es fiel y no te
olvida,
tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.
Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa
en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén.
SALMODIA
Ant 1. María dijo: «¿Qué significa este saludo? Me quedo perpleja ante
estas palabras de que daré a luz un Rey sin perder mi virginidad.»
Salmo 118, 137-144
Señor, tú eres justo,
tus mandamientos son rectos;
has prescrito leyes justas
sumamente estables;
me consume el celo,
porque mis enemigos olvidan tus
palabras.
Tu promesa es acrisolada,
y tu siervo la ama;
soy pequeño y despreciable,
pero no olvido tus decretos;
tu justicia es justicia eterna,
tu voluntad es verdadera.
Me asaltan angustias y aprietos,
tus mandatos son mi delicia;
la justicia de tus preceptos es eterna,
dame inteligencia y tendré vida.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 87 I - ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO
Señor, Dios mío, de día te pido
auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.
Porque mi alma está colmada de
desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la
fosa,
soy como un inválido.
Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el
sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.
Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 87 II
Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.
Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte
gracias?
¿Se anuncia en el sepulcro tu
misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la
muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la
tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?
Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi
súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?
Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:
me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. María dijo: «¿Qué significa este saludo? Me quedo perpleja ante
estas palabras de que daré a luz un Rey sin perder mi virginidad.»
LECTURA BREVE Ba 3, 5-6a
No te acuerdes de las iniquidades de nuestros
padres, sino acuérdate de tu mano y de tu nombre en esta hora. Pues eres el
Señor, Dios nuestro.
V. Ven, Señor, y no tardes.
R. Perdona los pecados de tu pueblo.
ORACIÓN
OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, estando ya
próximo el aniversario del nacimiento de tu Hijo en carne mortal, te pedimos
nos hagas sentir la abundancia de su amor, que lo hizo encarnarse en el seno de
la Virgen María y habitar entre nosotros. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
*VÍSPERAS*
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Aleluya.
Himno: ESCUCHA, CASA DE DAVID
Escucha, casa de David:
La Virgen pura se halla encinta;
Dios la acaricia y la fecunda
y la hace Madre de la vida.
La Virgen grávida nos lleva
en el secreto de su dicha;
la Virgen fiel nos abre ruta
por su obediencia de discípula.
Espera en calma la agraciada,
con ella el mundo se arrodilla;
levanta el pobre la mirada,
con ella pide la venida.
Nacido en tiempos sin aurora,
el Hijo espera con María.
¡Oh Dios de amor, nuestra esperanza,
cambia tu espera en parusía!
¡A ti, Jesús, Hijo esperado,
aparecido en nuestros días,
con santo júbilo cantamos!
¡Ven en tu reino, ven de prisa! Amén.
SALMODIA
Ant 1. Saldrá el Señor de su santuario, y vendrá a salvar a su pueblo.
Salmo 136 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de
Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Saldrá el Señor de su santuario, y
vendrá a salvar a su pueblo.
Ant 2. Tenemos en Sión una ciudad
fuerte: el Salvador ha puesto en ella murallas y baluartes; abrid las puertas,
que con nosotros está Dios. Aleluya.
Salmo 137 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de
la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el
humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de
mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores
conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tenemos en Sión una ciudad fuerte: el Salvador ha puesto en ella
murallas y baluartes; abrid las puertas, que con nosotros está Dios. Aleluya.
Ant 3. Conozca la tierra, Señor, tus caminos, todos los pueblos tu
salvación.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap. 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de
recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no
existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir
sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y
nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la
sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la
alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Conozca la tierra, Señor, tus caminos, todos los pueblos tu
salvación.
LECTURA BREVE 2Pe 3,8b-9
Para el Señor un día es como mil años,
y mil años como un día. No es tardo el Señor en el cumplimiento de sus
promesas, como algunos piensan. Lo que hace es aguardaros pacientemente, porque
no quiere que nadie perezca, sino que todos vengáis a arrepentiros.
RESPONSORIO BREVE
V. Ven a salvarnos, Señor Dios de los
ejércitos.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los
ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los
ejércitos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y
salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador;
porque ha mirado la humillación de su
esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros
padres-
en favor de Abraham y su descendencia
por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Oh Emmanuel, rey y legislador
nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos,
Señor, Dios nuestro.
PRECES
Roguemos a nuestro Redentor, que viene
a dar la Buena Noticia a los pobres, y digámosle:
Manifiesta, Señor, tu gloria a los
hombres.
Manifiéstate, Señor, a todos los que no
te conocen,
para que también ellos vean tu
salvación.
Que tu nombre, Señor, se anuncie hasta
los confines de la tierra
y que todos los hombres descubran el
camino que conduce a ti.
Tú que viniste la vez primera para
salvar al mundo,
ven de nuevo para salvar a los que en
ti creen.
Aquella libertad que tu venida dio a
los redimidos
consérvala y defiéndela siempre con tu
poder.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Tú que ya viniste en la carne y vendrás
de nuevo a juzgar al mundo,
da en tu venida el premio eterno a los
difuntos.
Llenos del Espíritu de Jesucristo, nos
atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, estando ya
próximo el aniversario del nacimiento de tu Hijo en carne mortal, te pedimos
nos hagas sentir la abundancia de su amor, que lo hizo encarnarse en el seno de
la Virgen María y habitar entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*COMPLETAS*
(Oración antes del descanso nocturno)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Hermanos, habiendo llegado al final de
esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros
pecados:
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y
omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran
culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre
Virgen,
a los ángeles, a los santos y a
vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios,
nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga
misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.
Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA
PONIENTE
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.
Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un
sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.
Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.
Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día.
Amén.
SALMODIA
Ant 1. No me escondas tu rostro, ya que
confío en ti.
Salmo 142, 1-11 - LAMENTACIÓN Y SÚPLICA
ANTE LA ANGUSTIA
Señor, escucha mi oración;
tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente
frente a ti.
El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.
Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.
Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.
En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.
Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la
angustia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No me escondas tu rostro, ya que
confío en ti.
LECTURA BREVE 1Pe 5,8-9
Sed sobrios, estad despiertos, vuestro
enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar;
resistidle, firmes en la fe.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE
SIMEÓN Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu
Salvador,
a quien has presentado ante todos los
pueblos
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Ilumina, Señor, nuestra noche y
concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y
podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Cristo
nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda
una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de
Eva,
a ti suspiramos , gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos
a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!