*Lecturas del Martes de la
33ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 15
de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(19,1-10)*
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver
quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de
estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía
que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado
a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
« Se
adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por
allí».
*Subirme a un sicómoro,
es signo de entrar en la realidad de reconocer mis errores, defecto y
saber que necesito que el Señor me encuentre, pero tengo que ponerme donde él
me pueda ver. Para cuando el Señor cruce y levante sus ojos, lleno de amor,
cargado de misericordia, me hable y me diga; que baje pronto (Que desea ir a mi
casa), que me dé prisa en bajar, que hoy él quiere entrar en mi corazón. El
Señor quiere sanarme y sanar mi corazón, para que pueda dar respuesta a esta
palabra. El Señor me invita al desprendimiento, a entrar en la pobreza y la
indigencia de mi alma. Para tenerlo a él como el centro de mi vida*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.