*Lecturas del Sábado de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 12 de noviembre de 2022
Primera lectura
Lectura de la tercera carta del apóstol san Juan
(5-8):
Querido amigo Gayo, te portas con plena lealtad en todo lo que haces por los
hermanos, y eso que para ti son extraños. Ellos han hablado de tu caridad ante
la comunidad de aquí. Por favor, provéelos para el viaje como Dios se merece;
ellos se pusieron en camino para trabajar por él sin aceptar nada de los
gentiles. Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando
así en la propagación de la verdad.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 111,1-2.3-4.5-6
R/. Dichoso quien teme al Señor
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R/.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R/.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R/.
*Lecturas del Sábado de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 12 de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(18,1-8)*
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar
siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una
ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad
había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi
adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque
ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando,
le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará
justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo
que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre,
¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pues
Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará
largas? Os digo que les hará justicia sin tardar.)
*El Señor quiere que descubra por
mí mismo la importancia, entre lo que el Señor, sabe que necesito y lo que a mí
me gustaría. Lo que necesito el Señor, no tarda ni un segundo en dármelo,
porque él sabe lo que necesito mucho antes de pedírselo. Que es lo que se
dilata en mis oraciones, que normalmente lo que pido es lo que a mí me
gustaría, siempre rechazando el sufrimiento, y todas mis oraciones, les falta
el deseo por la cruz. Porque mis oraciones en el fondo están hecha con la idea
y la finalidad de no sufrir*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.