*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA XXXIV
Del Común de la Santísima Virgen María - Salterio II
21 de noviembre
*LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
MARÍA. (MEMORIA)*
En este día, en que se recuerda la dedicación, el año 543, de la iglesia de
Santa María la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén, celebramos,
junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la «dedicación» que María hizo
de sí misma a Dios, ya desde su infancia, movida por el Espíritu Santo, de cuya
gracia estaba llena desde su concepción inmaculada.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Aclamemos al Señor en esta fiesta
de María Virgen.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamemos al Señor en esta fiesta
de María Virgen.
Himno: ÉSTA ERA UNA NIÑA
Ésta era una niña
con aire de flor,
agua más que el río,
fuego más que el sol.
Vivía en el templo
del rey Salomón,
oyendo en los salmos
ecos de otra voz.
Quemaban su pecho,
con celeste ardor,
palabras magníficas,
silencio de Dios:
«¡Oh Padre que habitas
en alto esplendor,
envía el rocío
del Hijo de Dios!
¡Ábrase la tierra:
brote el Salvador!
¡Lloved, rojas nubes,
al Dios de Jacob!
¡Floreced, collados,
al Justo, al Señor,
lucero del alba,
flor de la creación!»
Y al solio del Padre
subía su clamor,
cual nube de incienso
plegaria sin voz. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41 - DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE CONTEMPLAR EL TEMPLO
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»
Recuerdo otros tiempos,
y mi alma desfallece de tristeza:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo,
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.
Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de
Dios?
Ant 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu
compasión.
Cántico: SÚPLICA EN FAVOR DE LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36,
1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,
infunde tu terror a todas las naciones;
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,
para que sienta tu poder.
Como les mostraste tu santidad al castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:
para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti.
Renueva los prodigios, repite los portentos,
exalta tu mano, robustece tu brazo.
Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,
de Israel, a quien nombraste tu primogénito.
Ten compasión de tu ciudad santa,
de Jerusalén, lugar de tu reposo.
Llena a Sión de tu majestad
y al templo de tu gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu
compasión.
Ant 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda
del cielo.
SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL UNIVERSO.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo murmura.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.
Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda
del cielo.
LECTURA BREVE Is 61, 10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un
traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a una novia que se
adorna con sus joyas.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor la eligió y la predestinó.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. La hizo morar en su templo santo.
R. Y la predestinó.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. Enséñame,
Señor, a caminar con lealtad.
R. Porque tú eres mi Dios y Salvador.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Daniel 5, 1-2. 5-9. 13-17. 25-31
JUICIO DE DIOS EN EL BANQUETE DE BALTASAR
En aquellos días, el rey Baltasar dio un gran festín en honor de mil
dignatarios suyos y se dio a beber vino con ellos. Animado por el vino,
Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor se
había llevado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey, sus
dignatarios, sus mujeres y sus concubinas.
De pronto aparecieron los dedos de una mano humana que se pusieron a escribir
detrás del candelabro, en la cal de la pared del palacio real, y el rey vio la
palma de la mano que escribía. Entonces el rey cambió de color, sus
pensamientos se turbaron, las articulaciones de sus caderas se le relajaron y
sus rodillas se pusieron a castañetear. Y el rey mandó a buscar a gritos a los
magos, caldeos y astrólogos. Tomó el rey la palabra y dijo a los sabios de
Babilonia:
«Aquel que lea este escrito y me dé a conocer su interpretación será vestido de
púrpura, se le pondrá al cuello un collar de oro y será el tercero en el
reino.»
Vinieron, pues, todos los sabios del rey; pero no pudieron leer el escrito ni
declarar al rey su interpretación. El rey Baltasar se turbó mucho, cambió de
color y sus dignatarios quedaron desconcertados.
En seguida fue introducido Daniel a la presencia del rey, y el rey dijo a
Daniel:
«¿Eres tú, Daniel, uno de los judíos deportados, que mi padre el rey trajo de
Judá? He oído decir que en ti reside el espíritu de Dios y que hay en ti luz,
inteligencia y sabiduría extraordinarias. Se ha traído ahora a mi presencia a
los sabios y magos para que leyeran este escrito y me declararan su
interpretación, pero han sido incapaces de descubrir su sentido. He oído decir
que tú puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si, pues, logras
leer este escrito y declararme su interpretación serás vestido de púrpura,
llevarás al cuello un collar de oro y serás el tercero en el reino.»
Daniel tomó la palabra y dijo delante del rey:
«Quédate con tus regalos y da tus obsequios a otro, que yo leeré igualmente al
rey este escrito y le daré a conocer su interpretación.
La escritura trazada es: Mené, Tequel, Parsín. Y ésta es la interpretación de
las palabras:
Mené: Dios ha medido tu reino y le ha puesto fin. Tequel: Has sido pesado en la
balanza y encontrado falto de peso. Parsín: Tu reino ha sido dividido y
entregado a los persas y a los medos.»
Entonces Baltasar mandó revestir de púrpura Daniel, ponerle un collar de oro al
cuello y proclamar que era el tercero en el reino.
Aquella misma noche fue asesinado Baltasar, rey de los caldeos, y recibió el
reino Darío el Medo, que contaba sesenta y dos años.
RESPONSORIO Sal 74, 6. 8. 9; Ap 14, 9. 10
R. No alcéis la frente contra el cielo, porque
sólo Dios gobierna: a uno humilla, a otro ensalza; * el
Señor tiene una copa en la mano, de la cual beberán todos los malvados de la
tierra.
V. El que adore a la bestia y a su imagen beberá
del vino de la cólera de Dios.
R. El Señor tiene una copa en la mano, de la cual
beberán todos los malvados de la tierra.
SEGUNDA LECTURA
De los sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 25, 7-8: PL 46, 937-938)
DIO FE AL MENSAJE DIVINO Y CONCIBIÓ POR SU FE
Os pido que atendáis a lo que dijo Cristo el Señor, extendiendo la mano sobre
sus discípulos: Estos son mi madre y mis hermanos; y el que hace la voluntad de
mi Padre, que me ha enviado, es mi hermano y mi hermana y mi madre. ¿Por
ventura no cumplió la voluntad del Padre la Virgen María, ella, que dio fe al
mensaje divino, que concibió por su fe, que fue elegida para que de ella
naciera entre los hombres el que había de ser nuestra salvación, que fue creada
por Cristo antes que Cristo fuera creado en ella? Ciertamente, cumplió santa
María con toda perfección, la voluntad del Padre, y por esto es más importante
su condición de discípula de Cristo que la de madre de Cristo, es más dichosa
por ser discípula de Cristo que por ser madre de Cristo. Por esto María fue
bienaventurada, porque, antes de dar a luz a su maestro, lo llevó en su seno.
Mira si no es tal como digo. Pasando el Señor, seguido de las multitudes y
realizando milagros, dijo una mujer: Dichoso el seno que te llevó. Y el Señor,
para enseñarnos que no hay que buscar la felicidad en las realidades de orden
material, ¿qué es lo que respondió?: Dichosos más bien los que escuchan la
palabra de Dios y la cumplen. De ahí que María es dichosa también porque
escuchó la palabra de Dios y la cumplió; llevó en su seno el cuerpo de Cristo,
pero más aún guardó en su mente la verdad de Cristo. Cristo es la verdad,
Cristo tuvo un cuerpo: en la mente de María estuvo Cristo, la verdad; en su
seno estuvo Cristo hecho carne, un cuerpo. Y es más importante lo que está en
la mente que lo que se lleva en el seno.
María fue santa, María fue dichosa, pero más importante es la Iglesia que la
misma Virgen María. ¿En qué sentido? En cuanto que María es parte de la
Iglesia, un miembro santo, un miembro excelente, un miembro supereminente, pero
un miembro de la totalidad del cuerpo. Ella es parte de la totalidad del
cuerpo, y el cuerpo entero es más que uno de sus miembros. La cabeza de este
cuerpo es el Señor, y el Cristo total lo constituyen la cabeza y el cuerpo.
¿Qué más diremos? Tenemos, en el cuerpo de la Iglesia, una cabeza divina,
tenemos al mismo Dios por cabeza.
Por tanto, amadísimos hermanos, atended a vosotros mismos: también vosotros
sois miembros de Cristo, cuerpo de Cristo. Así lo afirma el Señor, de manera
equivalente, cuando dice: Estos son mi madre y mis hermanos. ¿Cómo seréis madre
de Cristo? El que escucha y el que hace la voluntad de mi Padre celestial es mi
hermano y mi hermana y mi madre. Podemos entender lo que significa aquí el
calificativo que nos da Cristo de «hermanos» y «hermanas»: la herencia
celestial es única, y, por tanto, Cristo, que siendo único no quiso estar solo,
quiso que fuéramos herederos del Padre y coherederos suyos.
RESPONSORIO Is 61, 10; Lc 1, 46-47
R. Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con
mi Dios: * porque me ha vestido un traje de gala, como a una novia que
se adorna con sus joyas.
V. Proclama mi alma la grandeza del Señor, se
alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
R. Porque me ha vestido un traje de gala, como a
una novia que se adorna con sus joyas.
*Lecturas del Lunes de la
34ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 21 de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(21,1-4)*
En aquel tiempo, Jesús, alzando los
ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio
también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos
esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa
necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Dichosa tú, María, que has creído; porque lo que te ha dicho el
Señor se cumplirá. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosa tú, María, que has creído;
porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. Aleluya.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María
Virgen, y digámosle:
Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Salvador del mundo, tú que con la eficacia de tu redención preservaste a tu
Madre de toda mancha de pecado,
líbranos también a nosotros de toda culpa.
Redentor nuestro, tú que hiciste de la inmaculada Virgen María tabernáculo
purísimo de tu presencia y sagrario del Espíritu Santo,
haz también de nosotros templos de tu Espíritu.
Palabra eterna del Padre, que enseñaste a María a escoger la parte mejor,
ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna.
Rey de reyes, que elevaste contigo a tu Madre en cuerpo y alma al cielo,
haz que aspiremos siempre a los bienes celestiales.
Señor del cielo y de la tierra, que has colocado a tu derecha a María reina,
danos el gozo de tener parte en su gloria.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios nuestro, al celebrar esta festividad de la Santísima
Virgen María, te pedimos, por su intercesión, nos concedas también a nosotros
participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: ÉSTA ERA UNA NIÑA.
Ésta era una niña
con aire de flor,
agua más que el río,
fuego más que el sol.
Vivía en el templo
del rey Salomón,
oyendo en los salmos
ecos de otra voz.
El Viento es contigo,
contigo el León,
contigo el Lucero,
contigo el Amor.
Tú, fuente sellada,
hija del Amor;
tú, el alba más bella,
del más bello sol.
Sé tú siempre niña,
sé tú siempre don,
sé como esta niña
con aire de flor,
agua más que el río,
fuego más que el sol. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la
gracia.
Salmo 44 I - LAS NUPCIAS DEL REY.
Me brota del corazón un poema bello,
recito mis versos a un rey;
mi lengua es ágil pluma de escribano.
Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.
Cíñete al flanco la espada, valiente:
es tu gala y tu orgullo;
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,
tu diestra te enseñe a realizar proezas.
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,
se acobardan los enemigos del rey.
Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;
cetro de rectitud es tu cetro real;
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia.
Ant 2. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Salmo 44 II
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna:
prendado está el rey de tu belleza,
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra.»
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Ant 3. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos
el ser hijos por adopción.
RESPONSORIO BREVE
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está
contigo.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu vientre.
R. El Señor está contigo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está
contigo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Dichosa tú, siempre Virgen María y santa Madre de Dios, templo del
Señor, sagrario del Espíritu Santo: tú fuiste la única que agradaste plenamente
a nuestro Señor Jesucristo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosa tú, siempre Virgen María y
santa Madre de Dios, templo del Señor, sagrario del Espíritu Santo: tú fuiste
la única que agradaste plenamente a nuestro Señor Jesucristo.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso
que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y
supliquémosle diciendo:
Que la llena de gracia interceda por nosotros.
Señor, Dios nuestro, admirable siempre en tus obras, que has querido que la
inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de
Jesucristo,
haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria.
Tú que nos diste a María por madre, concede por su mediación salud a los
enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores
y a todos abundancia de salud y de paz.
Tú que hiciste de María la llena de gracia,
concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres.
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,
y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre de
Jesús.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu
reino.
Confiando en el Señor, que hizo obras grandes en María, pidamos al Padre que
colme también de bienes al mundo hambriento:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios nuestro, al celebrar esta festividad de la Santísima
Virgen María, te pedimos, por su intercesión, nos concedas también a nosotros
participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.