*Lecturas del Sábado de la
26ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 1 de octubre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(10,17-24)*
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús:
«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado
potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo.
Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten
los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el
cielo.»
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: «Te doy
gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas
cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla.
Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y
nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.»
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo
que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo
que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Yo
te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,).
*Puedo ver algunas cosas que también puedo poner en
práctica: Dar gracia, reconocer a Dios como Padre, reconocer el Poder del Señor
como dueño del Cielo y la Tierra. Me queda claro que lo primer que siempre hago
es pedir al Señor en vez de darle gracias, porque solo me fijo en mis
necesidades, lo que yo quiero ahora, y pido siempre con la intención de
evitar el sufrimiento. Reconocer a Dios como mi Padre, me invita a un encuentro
con la ternura*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.