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jueves, 1 de septiembre de 2022

LAS LECTURAS DEL VIERNES 2 DE SEPTIEMBRE 2022


 

*Lecturas del Viernes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario*

Viernes, 2 de septiembre de 2022

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,1-5):

Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 36,3-4.5-6.27-28.39-40

R/.
 El Señor es quien salva a los justos

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R/.

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles. R/.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados
y los salva porque se acogen a él. R/.

 

*Lecturas del Viernes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario*

Viernes, 2 de septiembre de 2022

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,33-39)*

En aquel tiempo, dijeron a Jesús los fariseos y los escribas: «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber.»
Jesús les contestó: «¿Queréis que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que se lo lleven, y entonces ayunarán.»
Y añadió esta parábola: «Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino nuevo revienta los odres, se derrama, y los odres se estropean. A vino nuevo, odres nuevos. Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: "Está bueno el añejo."»

Palabra del Señor

 

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres

*Cuando una situación desgarra o aleja de mi la palabra, cuándo mi cuerpo que es un odres, ya un poco viejo débil por el pecado, se revienta y se me pierde el vino, que es la alegría, cuándo no siento la alegría de vivir, cuándo dejo de sentir el amor del Señor, y siento como que todo se me cae encima, y no siento al Señor por parte, es el tiempo de ponerme ayunar, para que sarga de mí, aquello que dejé entrar, y que se llevó mi alegría, el deseo de ser feliz y de vivir. El Señor viene en mi ayuda porque él quiere hacer de mi un odres nuevo cada día, para que su palabra que siempre es nueva, no caiga por tierra, sino que penetre muy dentro de mí*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.