*Lecturas del Sábado de la 14ª semana del
Tiempo Ordinario*
Sábado, 9 de julio de 2022
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (6,1-8):
El año de la muerte del rey Ozías, vi
al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el
templo. Y vi serafines en pie junto a él, cada uno con seis alas: con dos alas
se cubrían el rostro, con dos alas se cubrían el cuerpo, con dos alas se
cernían. Y se gritaban uno a otro, diciendo: «¡Santo, santo, santo, el Señor de
los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!» Y temblaban los umbrales de
las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije:
«¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de
un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los
ejércitos.» Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que
había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: «Mira:
esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.»
Entonces escuché la voz del Señor, que decía: «¿A quién mandaré? ¿Quién irá por
mí?» Contesté: «Aquí estoy, mándame.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 92
R/. El
Señor reina, vestido de majestad
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.
*Lecturas del Sábado de la 14ª semana del
Tiempo Ordinario*
Sábado, 9 de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,24-33)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Un discípulo no es más que su
maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su
maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado
Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay
cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a
saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al
oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma
y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo,
ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta
los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay
comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los
hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me
niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
(Lo que
os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído, pregonadlo
desde la azotea).
*La noche es aquel lugar donde el Señor fue a
buscarme porque sintió lastima de mi pobre alma. El príncipe de las tiniebla,
el dueño de la oscuridad, se estaba dando banquete torturando mi pobre alma,
con sus herramientas favoritas como son; la tristeza, la angustia, el miedo y
tantas cosas más que él tiene para hacer daño en medio de la noche. Que hermoso
saber que en la luz, en el día puedo hablar, porque el día me regala su
claridad, me hace estar lucido y verme tal como soy. La buena noticia para mi
es que el Señor me hace una invitación a no resistirme, que él me está abriendo
el oído para decirme cuanto me ama*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.