*Lecturas del Martes de la 16ª semana del
Tiempo Ordinario*
Martes, 19 de julio de 2022
Primera lectura
Lectura de la profecía de Miqueas (7,14-15.18-20):
Señor, pastorea a tu pueblo con el cayado, a las ovejas de tu heredad, a las
que habitan apartadas en la maleza, en medio del Carmelo. Pastarán en Basán y
Galaad, como en tiempos antiguos; como cuando saliste de Egipto y te mostraba
mis prodigios. ¿Qué Dios como tú, que perdonas el pecado y absuelves la culpa
al resto de tu heredad? No mantendrá por siempre la ira, pues se complace en la
misericordia. Volverá a compadecerse y extinguirá nuestras culpas, arrojará a
lo hondo del mar todos nuestros delitos. Serás fiel a Jacob, piadoso con
Abrahán, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 84,2-4.5-6.7-8
R/. Muéstranos,
Señor, tu misericordia
Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira. R/.
Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad? R/.
¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación. R/.
*Lecturas del Martes de la 16ª semana del
Tiempo Ordinario*
Martes, 19 de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,46-50)*
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus
hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó: «Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar
contigo.»
Pero él contestó al que le avisaba: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?»
Y, señalando con la mano a los discípulos, dijo: «Éstos son mi madre y mis
hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y
mi hermana, y mi madre.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
(El que
cumple la voluntad de mi Padre del cielo).
*Esta lectura está cargada de amor, de alegría, de
mucha esperanza. El Señor me hace ver donde se encuentra la verdadera alegría
en esta tierra. La alegría está en hacer la voluntad del Padre Celestial, una
cosa es muy importante estar pendiente siempre a escuchar (SHEMA), cuando
el Señor extiende la mano me está señalando para que no desvíe mi atención, y
para que mis oídos no dejen de escuchar atentamente sus palabras. Me siento con
una alegría inmensa, porque puedo ver claramente, que lo más importante para
él, es que escuche su voz, su palabra, porque soy de él, de su propiedad personal*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a
ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.