*Lecturas del Sábado de la 11ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 18 de junio de 2022
Primera
lectura
Lectura del
segundo libro de las Crónicas (24,17-25):
Cuando murió Yehoyadá, las autoridades de Judá fueron a rendir homenaje al rey,
y éste siguió sus consejos; olvidando el templo del Señor, Dios de sus padres,
dieron culto a las estelas y a los ídolos. Este pecado desencadenó la cólera de
Dios contra Judá y Jerusalén. Les envió profetas para convertirlos, pero no
hicieron caso de sus amonestaciones.
Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Zacarías, hijo del sacerdote
Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo y le dijo: «Así dice Dios: ¿Por qué
quebrantáis los preceptos del Señor? Vais a la ruina. Habéis abandonado al
Señor, y él os abandona.»
Pero conspiraron contra él y lo lapidaron en el atrio del templo por orden del
rey. El rey Joás, sin tener en cuenta los beneficios recibidos de Yehoyadá,
mató a su hijo, que murió diciendo: «¡Que el Señor juzgue y sentencie!»
Al cabo de un año, un ejército de Siria se dirigió contra Joás, penetró en
Judá, hasta Jerusalén, mató a todos los jefes del pueblo y envió todo el botín
al rey de Damasco. El ejército de Siria era reducido, pero el Señor le entregó
un ejército enorme, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres.
Así se vengaron de Joás. Al retirarse los sirios, dejándolo gravemente herido,
sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote
Yehoyadá. Lo asesinaron en la cama y murió. Lo enterraron en la Ciudad de
David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
88,4-5.29-30.31-32.33-34
R/. Le mantendré
eternamente mi favor
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.» R/.
«Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable;
le daré una posteridad perpetua
y un trono duradero como el cielo.» R/.
«Si sus hijos abandonan mi ley
y no siguen mis mandamientos,
si profanan mis preceptos
y no guardan mis mandatos.» R/.
«Castigaré con la vara sus pecados
y a latigazos sus culpas;
pero no les retiraré mi favor
ni desmentiré mi fidelidad.» R/.
*Lecturas del Sábado de la 11ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 18 de junio de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (6,24-34)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de
dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se
dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al
dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a
comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale
más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros:
ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial
los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza
de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis
por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan.
Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos.
Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno,
Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis
agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a
vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo
que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su
justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el
mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus
disgustos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
(¿No
valéis vosotros más que ellos?)
*Esta es una lectura es para descansar y vivir es la
libertad como un hijo de Dios. El Señor me conoce él, sabe que la fuerza de las
preocupaciones tienen raíces muy profunda dentro de mi vida; porque las
preocupaciones tienen el poder de alterar mis intestinos, tiene el poder de
quitarme el sueño, tienen el poder de llevarme a pensar mal de las personas, y
tienen el poder de llevarme a la desesperación y ese es el punto más peligrosos
porque, cuando llego a la desesperación me olvido del Señor. La buena noticia
para mí, es que el Señor lo primero que me confirma es que tenga más valor que
todos mis problemas, me hace una invitación especial a sentirme su hijo
querido*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.