*Lecturas del Miércoles de la 4ª semana de
Pascua*
Miércoles, 11 de mayo de 2022
Primera
lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (12,24–13,5):
En aquellos días, la palabra de Dios iba creciendo y se multiplicaba. Cuando
cumplieron su servicio, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén, llevándose
con ellos a Juan, por sobrenombre Marcos.
En la Iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé,
Simeón, llamado Níger; Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del
tetrarca Herodes, y Saulo.
Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu
Santo:
«Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado».
Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los enviaron.
Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon para
Chipre.
Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los
judíos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
66,2-3.5.6.8
R/. Oh Dios, que te
alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh, Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confines de la tierra. R/.
*Lecturas del Miércoles de la 4ª semana de
Pascua*
Miércoles, 11 de mayo de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (12,44-50)*
En aquel tiempo, Jesús gritó diciendo:
«El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve
a mí, ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que
cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he venido
para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta
mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo
juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que
me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé
que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo, lo hablo como me ha
encargado el Padre».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
*(Yo, la
luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las
tinieblas)*
*El Señor viene a
traerme la luz, no ha venido a juzgarme, sino a iluminar mi vida, para que
pueda ver y seguir el camino correcto. Si no tengo luz, puedo caer en un abismo
profundo e inmenso y eso es lo que me quiere evitar el Señor, para que no caiga
en las tinieblas. Vivir en la luz para mí es sentir las caricias del Señor en
las partes oscuras de mi vida, que me hacen sufrir. Mi deseo es siempre que los
demás cambien para no sufrir; pero yo no hago ni el más mínimo esfuerzo de
cambiar, y de vivir como hijo de la luz. La buena noticia para mi es que el
Señor viene en mi ayuda para que pueda aprender a vivir como hijo de la luz, y
al mismo tiempo iluminar las tinieblas que hay dentro de mí*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.