*Lecturas del Lunes de la 4ª semana de Pascua*
Lunes, 9 de mayo de 2022
Primera
lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (11,1-18):
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que
también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a
Jerusalén, los de la circuncisión le dijeron en son de reproche:
«Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos».
Pedro entonces comenzó a exponerles los hechos por su orden, diciendo:
«Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: una
especie de recipiente que bajaba, semejante a un gran lienzo que era descolgado
del cielo sostenido por los cuatro extremos, hasta donde yo estaba. Miré dentro
y vi cuadrúpedos de la tierra, fieras, reptiles y pájaros del cielo. Luego oí
una voz que me decía: “Levántate, Pedro, mata y come”. Yo respondí:
«De ningún modo, Señor, pues nunca entró en mi boca cosa profana o impura”.
Pero la voz del cielo habló de nuevo: «Lo que Dios ha purificado, tú no lo
consideres profano”. Esto sucedió hasta tres veces, y de un tirón lo subieron
todo de nuevo al cielo.
En aquel preciso momento llegaron a la casa donde estábamos tres hombres
enviados desde Cesarea en busca mía. Entonces el Espíritu me dijo que me fuera
con ellos sin dudar. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de
aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le
decía: “Manda recado a Jafa y haz venir a Simón, llamado Pedro; él te dirá
palabras que traerán la salvación a ti y a tu casa”.
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había
bajado sobre nosotros al principio; entonces me acordé de lo que el Señor había
dicho: “Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu
Santo”. Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por
haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?».
Oyendo esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
«Así pues, también a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva
a la vida».
Palabra de Dios
Salmo
Sal
41,2-3;42,3.4
R/. Mi alma tiene sed
de ti, Dios vivo
Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío;
mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? R/.
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R/.
Me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi alegría,
y te daré gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R/.
*Lecturas del Lunes de la 4ª semana de Pascua*
Lunes, 9 de mayo de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (10,1-10)*
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de
las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que
entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las
saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las
ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que
huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba.
Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que
han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los
escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para
que tengan vida y la tengan abundante».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
*(Yo soy la
puerta: quien entra por mí, se salvará)*.
*El Señor me hace un llamado a encontrarme con él entrando
por la puerta de la humildad. Y para entrar por esa puerta, mis oídos tienen
que estar pendiente para saber escuchar la voz de mi pastor y mis ojos abiertos
para poder seguir el camino por donde me quiere conducir. El Señor me invita a
estar pendiente porque existen lobos que desean que no sigua la voz del pastor.
Si en alguna ocasión ciento que me estoy alejando, que no lo estoy viendo, que
me estoy perdiendo. Que recuerde que si me pierdo por el camino el Señor es mi
pastor y vendrá en mi ayuda. La buena noticia para mi es que el Señor me hace
una invitación especial para que me deje conducir por él*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.