*Lecturas del Lunes de la 3ª semana de Pascua*
Lunes, 2 de mayo de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (6,22-29)*
Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron
caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro
lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no
había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado
solos.
Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían
comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que
ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en
busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino
porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece,
sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo
del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
*(Trabajad,
no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida
eterna)*.
*El Señor que me conoce, me invita a buscar trabajo,
que me deje de estar mendigando y de estar pidiendo a los demás que me quieran.
Me invita a trabajar por el alimento que perdura. Para mí ese alimento es: Amar
sin pedir nada a cambio, el amor que se dona sin interés. El Señor sabe que el
amor que busco es un amor de intercambio, yo te quiero para que tú me quieras,
no hablo mal de ti, para que tú no hables mal de mí, al final ese amor me hace
sufrir. El Señor me invita por mi propio bien, a que trabaje por el alimento
que perdura que nunca se acaba, que es infinito, el amor que es eterno, como él
me ama a mí, al punto que él, le pide a su padre que donde él está que yo
pueda estar también*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.