*Lecturas del Sábado de la 4ª semana de
Cuaresma*
Sábado, 2 de abril de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (7,40-53)*
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de
Jesús, decían:
«Este es de verdad el profeta».
Otros decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían:
«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías
vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos
les dijeron:
«¿Por qué no lo habéis traído?».
Los guardias respondieron:
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron:
«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya
creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les
dijo:
«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo
que ha hecho?».
Ellos le replicaron:
«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».
Y se volvieron cada uno a su casa.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
«Jamás ha
hablado nadie como ese hombre».
*Me llena de esperanza, el comentario de los
guardias que tenían la orden de apresar al Señor «Jamás ha hablado nadie como
ese hombre». Esta expresión me ha cautivado, porque ellos hablan con el corazón
en las manos, ellos que están acostumbrados a recibir órdenes y a cumplirla sin
desobedecer; se encontraron con alguien que les habló al corazón, alguien que
les habló con dulzura, con amor. A eso me llama el Señor, (a escuchar, poniendo
atención), para que sus palabras pueda seducir mi corazón con su amor y a
déjame embaucar por sus encantos, hasta el punto de hacerme un esclavo de sus
palabras, que me traen la luz, la verdad y la liberta*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.