*Lecturas del VIII Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)*
Domingo, 27 de febrero de 2022
Primera
lectura
PRIMERA
LECTURA Eclo 27, 4-7
Cuando se agita la criba, quedan los desechos;
así, cuando la persona habla, se descubren sus defectos.
El horno prueba las vasijas del alfarero,
y la persona es probada en su conversación.
El fruto revela el cultivo del árbol,
así la palabra revela el corazón de la persona.
No elogies a nadie antes de oírlo hablar,
porque ahí es donde se prueba una persona.
Palabra de Dios.
Salmo
Salmo
responsorial: Sal 91, 2-3. 13-14. 15-16 (R/.: cf. 2a)
R/. Es bueno darte gracias, Señor.
V/. Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo;
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad. R/.
V/. El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios. R/.
V/. En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
mi Roca, en quien no existe la maldad. R/.
Segunda
lectura
SEGUNDA
LECTURA: 1 Cor 15, 54-58
Nos da la victoria por medio de Jesucristo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.
HERMANOS:
Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
«La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria?
¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley.
¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
De modo que, hermanos míos queridos, manteneos firmes e inconmovibles.
Entregaos siempre sin reservas a la obra del Señor, convencidos de que vuestro
esfuerzo no será vano en el Señor.
Palabra de Dios.
*Lecturas del VIII Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)*
Domingo, 27 de febrero de 2022
Evangelio
De lo que rebosa
el corazón habla la boca
*Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6,39-45*
EN aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No
está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje,
será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el
ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu
hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga
que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces
verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.
Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno;
por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las
zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que
es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la
boca».
Palabra del Señor.
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(¿Acaso puede un
ciego guiar a otro ciego?).
*Esta palabra es una denuncia, muchas veces me creo
que soy una luz, que tengo capacidad para guiar a otros. Me pregunto ¿Por qué
las personas que trabajan junto a mí, no les interesa, la iglesia? Y la
respuesta es triste, porque no soy luz para ellos. El Señor me conoce y no
puedo defenderme, porque son muchas las veces que quiero guiar a alguien, pero
en el fondo busco mi propio beneficio. Por esa razón es que el Señor, me quiere
conceder la gracia de la luz, el Señor, por su amor y por su misericordia me quiere
sacar de la mentira y me invita a vivir en la verdad, para que pueda ser una
autentica luz en medio de las personas que están cerca de mi*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.