*Lecturas del Jueves de la 22ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 2 de septiembre de 2021
Primera
lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1,9-14):
Desde que nos enteramos de vuestra conducta, no dejamos de rezar
a Dios por vosotros y de pedir que consigáis un conocimiento perfecto de su
voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. De esta manera, vuestra
conducta será digna del Señor, agradándole en todo; fructificaréis en toda
clase de obras buenas y aumentará vuestro conocimiento de Dios. El poder de su
gloria os dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con
alegría, dando gracias al Padre, que os ha hecho capaces de compartir la
herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las
tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos
recibido la redención, el perdón de los pecados.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
97,2-3ab.3cd-4.5-6
R/. El Señor da a conocer su victoria
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
Tocad la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
*Lecturas del Jueves de la 22ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 2 de septiembre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,1-11)*
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para
oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos
barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y
estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió
que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la
gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad las redes para
pescar.»
Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido
nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.»
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la
red. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles
una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de
mí, Señor, que soy un pecador.»
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al
ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y
Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.»
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor
(«Dejándolo todo lo siguieron»).
*Las palabras del Señor son tan dulces y llenas de
esperanzas que hasta los peses se acercaban a él. Y él les pide a sus
discípulos que remen un poco mar adentro y tiren las redes, y los peses al
escuchar las palabras del Señor, comienzan acercarse, y se entregan, para
dejarse atrapar por las redes y para servir de alimento para los demás (Los
peses se dejan atrapar para solucionan un problema y con su entrega dan vida al
hambriento y al necesitado) Por eso esta palabra es una parábola para mí,
porque me invita a que deje que la palabra del Señor, me acerque a él, con la
finalidad de que pueda aprender a entregarme, a donarme, a regalar, mi vida
para beneficio de los demás*.
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.