*Lecturas del Martes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 31 de agosto de 2021
Primera lectura
Lectura de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,1-6.9-11):
En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis, hermanos, que
os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en
la noche. Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», entonces, de improviso, les
sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no
podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese
día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos
del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos
como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.
Porque Dios no nos ha destinado al castigo, sino a obtener la salvación por
medio de nuestro Señor Jesucristo; él murió por nosotros para que, despiertos o
dormidos, vivamos con él. Por eso, animaos mutuamente y ayudaos unos a otros a
crecer, como ya lo hacéis.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
26,1.4.13-14
R/. Espero gozar de la
dicha del Señor
en el país de la vida
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.
*Lecturas del Martes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 31
de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (4,31-37)*
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y
los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque
hablaba con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar
a voces: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con
nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús le intimó: «¡Cierra la boca y sal!»
El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin
hacerle daño.
Todos comentaban estupefactos: «¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad
y poder a los espíritus inmundos, y salen.» Noticias de él iban llegando a
todos los lugares de la comarca.
Palabra del Señor
(«Sé quién eres tú:
el Santo de Dios »).
*Yo me puedo preguntar ¿que buscaba un demonio
dentro de la iglesia?, y no cualquier demonio, sino uno que estudiaba las
escrituras. Dice el apóstol san Juan: Quien dice que ama al Señor a quien no ve
y aborrece a sus hermanos a quien puede ver es un mentiroso y la verdad no está
en él. El Señor ha venido acabar, con mis mentiras, con mi odio, con mis
afanes, con mis miedos, en ocasiones he soñado algo malo y paso el día nervioso
y mal, y el miedo me atrapa y me tira por tierra. Pero tengo la esperanza de que
hay uno, que siempre me levanta, no importa cuántas veces caiga, el gozo del
Señor, es siempre levantarme, de todas mis caídas y tropiezos*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.