*Lecturas del Domingo 22º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 29 de agosto de 2021
Primera lectura
Lectura del
libro del Deuteronomio (4,1-2.6-8):
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y
decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de
la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a
lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor,
vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan
noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo
sabio e inteligente." Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que
tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que
lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan
justos como toda esta ley que hoy os doy?»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
14,2-3a.3bc-4ab.5
R/. Señor, ¿quién puede
hospedarse en tu tienda?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.
El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.
Segunda lectura
Lectura de
la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):
Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en
el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la
palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus
criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de
salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a
vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es
ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos
con este mundo.
Palabra de Dios
*Lecturas del Domingo 22º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 29 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (7,1-8.14-15.21-23)*
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de
Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir,
sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin
lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus
mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a
otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus
discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está
escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos
de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son
preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros
a la tradición de los hombres.»
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada
que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo
que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los
malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias,
injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad.
Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»
Palabra del Señor
(Este pueblo me honra con los labios, pero
su corazón está lejos de mí).
*Éste lenguaje que usa
el Señor conmigo parece duro, pero es necesario, porque me fijo en los pequeños
sucios del otro y digo cosas feas. Y me creo limpio y que no soy igual que él,
porque me veo limpio, por fuera y me declarando "limpio por dentro; y le
exijo al Señor que escuche mis consejos. Y el Señor me llama hipócrita, porque estoy
lleno de juicio, de murmuración, y el Señor ha venido precisamente a traerme,
la pureza, la blancura, la sanación interior, la paz y para demostrarme que él
es: El camino, la verdad y la vida. La buena noticia para mi es que el Señor, me
quiere enseñar a honrarlo de corazón y estar cerca, y él pueda sanarme y en mi
pueda estar la capacidad y el deseo ayudar a otros*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.