*Lecturas del Miércoles de la 18ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles, 4 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (15,21-28)*
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a
gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio
muy malo.»
Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás
gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las
migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra del Señor
*(Mujer, grande es tu fe; que te suceda como
deseas)*.
*En muchas ocasiones con mi forma de pedir algo al
Señor, lo hago de una manera como que el Señor, tiene que darme lo que pido
obligado y pronto. Esta mujer meda un signo, y es que la mejor forma de pedir
algo al Señor, es poniéndome en su presencia y postrándome a sus pies, sin
tratar de aparentar, ni de justificarme, mostrándole mi corazón desnudo, porque
él sabe que cuando la fuerza del pecado me atrapa no me porto como un hijo de
él. Y esta mujer me da una fuerza y me invita a levantarme, porque las migajas
que caen de las manos y del corazón del Señor, son migajas enteras de amor para
mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.