*Lecturas del Lunes de la 15ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 12 de julio de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro del Éxodo (1,8-14.22):
En aquellos días, subió al trono en Egipto un Faraón nuevo, que no había
conocido a José, y dijo a su pueblo: «Mirad, el pueblo de Israel está siendo
más numeroso y fuerte que nosotros; vamos a vencerlo con astucia, pues si no,
cuando se declare la guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará, y después
se marchará de nuestra tierra.»
Así, pues, nombraron capataces que los oprimieron con cargas, en la
construcción de las ciudades granero, Pitom y Ramsés. Pero, cuanto más los
oprimían, ellos crecían y se propagaban más. Hartos de los israelitas, los
egipcios les impusieron trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura
esclavitud: el trabajo del barro, de los ladrillos, y toda clase de trabajos
del campo; les imponían trabajos crueles.
Entonces el Faraón ordenó a toda su gente: «Cuando nazca un niño, echadlo al
Nilo; si es niña, dejadla con vida.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
123,1-3.4-6.7-8
R/. Nuestro auxilio es
el nombre del Señor
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
–que lo diga Israel–,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregó
en presa a sus dientes. R/.
Hemos salvado la vida,
como un pájaro de la trampa del cazador;
la trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.
*Lecturas del Lunes de la 15ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 12 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (10,34–11,1)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No penséis que he venido a la
tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a
enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su
suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa. El que quiere a
su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o
a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue
no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida
por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me
recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta
tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá paga
de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a
uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os
lo aseguro.»
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí
para enseñar y predicar en sus ciudades.
Palabra del Señor
(No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz;
no he venido a sembrar paz, sino espadas)
*Esta lectura escuchada de los labios
del Señor, pareciera incomprensible, suena como a locura o demencia. Pero en
realidad me trae una muy buena enseñanza, ¿Qué busca el Señor en mí, con esta
lectura? él quiere desinstalarme de la vida que me creado, encerrándome en
una farsa paz, no molesto, para que no me molesten, no corrijo para que no me
corrijan, trato de mantenerme en una orilla para que nadie me pise. En esa
falsa paz es que el Señor, tiene que sembrar una espada y la espada del Señor,
es su palabra y su palabra tiene que llegar allá a los lugar más oculto de mi
vida y cuando toque esas parte oscura que existe dentro de mí y que no lo
sabía, la palabra encenderá en mí el amor y el deseo de vivir en la luz*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.