*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*Beato Juan Soreth,
Presbítero*
24 de Julio
SABADO SEMANA IV
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: DADOR DE LUZ ESPLÉNDIDO
Dador de luz espléndido,
A cuya luz serena,
Pasada ya la noche,
El día se despliega.
Mensajero de luz
que de luz centellea,
no es del alba el lucero:
eres tú, Luz de veras,
más brillante que el sol,
todo luz y pureza;
enciende nuestro pecho,
alumbra el alma nuestra.
Ven, Autor de la vida,
prez de la luz paterna,
sin cuya gracia el cuerpo
se sobresalta y tiembla.
A Cristo, rey piadoso,
y al Padre gloria eterna,
y por todos los siglos
al Espíritu sea. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Ant 3. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
LECTURA BREVE 2 Pe 3, 13-15a
Nosotros conforme a la promesa del Señor esperamos cielos nuevos y tierra
nueva, en los que tiene su morada la santidad. Por eso, carísimos, mientras
esperáis estos acontecimientos, procurad con toda diligencia que él os
encuentre en paz, sin mancha e irreprensibles. Considerad esta paciente espera
de nuestro Señor como una oportunidad para alcanzar la salud.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
Primera Lectura
Del primer libro de los Reyes 8, 1-21
SOLEMNE DEDICACIÓN DEL TEMPLO
En aquellos días congregó Salomón a los ancianos de Israel en
Jerusalén para hacer subir el arca de la alianza de Yahveh desde la ciudad de David,
que es Sión. Se reunieron junto al rey Salomón todos los hombres de Israel, en
el mes de Etanim, (que es el mes séptimo) en la fiesta, y los sacerdotes
llevaron el arca, y la Tienda del Encuentro, con todos los objetos sagrados que
había en la Tienda. El rey Salomón y todo Israel con él sacrificaron ante el
arca ovejas y bueyes en número incalculable e innumerable. Los sacerdotes
llevaron el arca de la alianza a su lugar, al Tabernáculo del Templo, en el
Santo de los Santos, bajo las alas de los querubines, porque los querubines
extendían las alas por encima del lugar del arca, cubriendo los querubines el
arca y sus varales por encima.
Los varales eran tan largos que se veían sus puntas desde el Santo, desde la
parte anterior del Tabernáculo, pero no se veían desde fuera. Están allí hasta
el día de hoy. En el arca no había nada más que las dos tablas de piedra que Moisés
hizo poner en ella, en el Horeb, las tablas de la alianza que pactó Yahveh con
los israelitas cuando salieron de la tierra de Egipto. Al salir los sacerdotes
del Santo, la nube llenó el Templo del Señor. Y los sacerdotes no pudieron
continuar en el servicio a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba
el Templo. Entonces Salomón dijo:
«El Señor quiere habitar en densa nube. He querido erigirte una morada, un
lugar donde habites para siempre.»
Se volvió el rey y bendijo a toda la asamblea de Israel mientras que toda la
asamblea de Israel estaba en pie. Él dijo:
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que habló por su boca a mi padre David y
ha cumplido por su mano lo que dijo: "Desde el día en que saqué de Egipto
a mi pueblo Israel no he elegido ninguna ciudad entre todas las tribus de
Israel para edificar un Templo en donde esté mi Nombre, pero he elegido a David
para que esté al frente de mi pueblo Israel." Mi padre David pensó en su
corazón edificar un Templo al Nombre de Yahveh, Dios de Israel, pero el Señor
dijo a David mi padre: "Cuanto a haber pensado en tu corazón edificar un
Templo a mi Nombre, bien has hecho en tener tal voluntad, pero no edificarás tú
el Templo, sino que un hijo tuyo, salido de tus entrañas, ése será quien edifique
el Templo a mi Nombre." El Señor ha cumplido la promesa que dijo; he
sucedido a mi padre David, me he sentado sobre el trono de Israel, como el
Señor había dicho, y he construido el Templo al Nombre del Señor, Dios de
Israel, y he señalado en ella un lugar al arca en que está la alianza que el
Señor pactó con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.»
Responsorio Sb 9, 7. S. 4: 2 Cro 6,
18. 19
R. Tú, Señor, me has escogido como rey de tu pueblo y me
encargaste construirte un templo en tu monte santo; * dame
la sabiduría asistente de tu trono y no me excluyas del número de tus siervos.
V. Si no cabes en el cielo y lo más alto del cielo, ¡cuánto
menos en este templo que te he construido! Vuelve tu rostro a la oración de tu
siervo, escucha el clamor que te dirige tu siervo.
R. Dame la sabiduría asistente de tu trono y no me excluyas del
número de tus siervos.
Segunda Lectura
De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre la segunda
carta a los Corintios
(Homilía 13, 1-2: PG 61, 491-492)
SENTIMOS EL CORAZÓN ENSANCHADO
Sentimos el corazón ensanchado. Del mismo modo que el calor dilata
los cuerpos, así también la caridad tiene un poder dilatador, pues se trata de
una virtud cálida y ardiente.
Esta caridad es la que abría la boca de Pablo y ensanchaba su corazón. "No
os amo sólo de palabra -es como si dijera-, sino que mi corazón está de acuerdo
con mi boca; por eso, os hablo confiadamente, con el corazón en la mano."
Nada encontraríamos más dilatado que el corazón de Pablo, el cual, como un
enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su amor,
sin que por ello se dividiera o debilitara su amor, sino que se mantenía
íntegro en cada uno de ellos. Y ello no debe admirarnos, ya que este sentimiento
de amor no sólo abarcaba a los creyentes, sino que en su corazón tenían también
cabida los infieles de todo el mundo.
Por esto, no dice simplemente: "Os amo", sino que emplea esta
expresión más enfática: "Nos hemos desahogado con vosotros, sentimos el corazón
ensanchado; os llevamos a todos dentro de nosotros, y no de cualquier manera, sino
con gran amplitud". Porque aquel que es amado se mueve con gran libertad
dentro del corazón del que lo ama; por esto, dice también: Dentro de nosotros
no estáis encogidos, sois vosotros los que estáis encogidos por dentro. Date
cuenta, pues, de cómo atempera su reprensión con una gran indulgencia, lo cual
es muy propio del que ama. No les dice: "No me amáis", sino: "No
me amáis como yo", porque no quiere censurarles con mayor aspereza.
Y, si vamos recorriendo todas sus cartas, descubrimos a cada paso una prueba de
este amor casi increíble que tiene para con los fieles. Escribiendo a los
romanos, dice: Tengo muchas ganas de veros; y también: Muchas veces he tenido
en proyecto haceros una visita; como también: Pido a Dios que alguna vez por fin
consiga ir a visitaros. A los gálatas les dice: "Hijos míos, otra vez me
causáis dolores de parto; y a los efesios: Por esta razón, doblo las rodillas
por vosotros; a los tesalonicenses: ¿Quién sino vosotros será nuestra
esperanza, nuestra alegría y nuestra honrosa corona? Añadiendo, además, que los
lleva consigo en su corazón y en sus cadenas.
Asimismo escribe a los colosenses: Quiero que tengáis noticia del empeñado
combate que sostengo por vosotros y por todos los que no me conocen
personalmente; busco que tengáis ánimos; y a los tesalonicenses: Como una madre
cuida de sus hijos, os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo
el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas. Dentro de nosotros
no estáis encogidos, dice. Y no les dice solamente que los ama, sino también
que es amado por ellos, con la intención de levantar sus ánimos. Y da la prueba
de ello, diciendo: Tito nos habló de vuestra añoranza, de vuestro llanto, de
vuestra adhesión a mí.
Responsorio Cf. Col 1, 21-22; Rm 3,
25
R. A vosotros, que antes estabais enajenados y enemigos en
vuestra mente por las obras malas, ahora Dios os ha reconciliado en el cuerpo
de carne de Cristo mediante la muerte, * presentándoos ante
él como santos sin mancha y sin falta.
V. Dios ha propuesto a Cristo como instrumento de propiciación,
por su propia sangre y mediante la fe.
R. Presentándoos ante él como santos sin mancha y sin falta.
*Lecturas del Sábado de la 16ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 24 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (13,24-30)*
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El
reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del
trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció
también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor,
¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les
dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron:
"¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No,
que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer
juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores:
'Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo
almacenadlo en mi granero'."»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al
mundo, y supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor, Padre de todos, tú que nos has hecho llegar al comienzo de este día,
haz que toda nuestra vida unida a la de Cristo sea alabanza de tu gloria.
Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad,
que tú mismo has infundido en nuestras almas.
Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,
para que respondamos con presteza a tus llamadas.
Defiéndenos de los engaños y seducciones del mal,
y presérvanos de todo pecado.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Contentos por sabernos hijos de Dios, digamos a nuestro padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, luz esplendente y día sin ocaso, al
volver a comenzar un nuevo día te pedimos que nos visites con el esplendor de
tu luz y disipes así las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*Beato Juan Soreth, Presbítero*
En 1440, fue nombrado provincial de la Orden del Carmelo en
Francia y, en 1451, fue elegido unánimemente superior general. La Orden del
Carmelo, como tantas otras órdenes medicantes, necesitaba urgentemente una
reforma, debido a los estragos que habían producido la "peste negra"
y el cisma de occidente. Esta crisis se manifestó, sobre todo, en la falta de
pobreza personal, en la dispensa del coro y de la mesa común, concedida a
quienes estaban dedicados a la enseñanza, y, en una serie de
"privilegios" o dispensas de la observancia. El P. Soreth estableció
en todas las provincias que visitó uno o dos conventos de estricta observancia
de las constituciones y permitió que todos los frailes que lo desearan pudiesen
trasladarse a dichos conventos. Para ayuda de sus súbditos publicó en 1462 una
edición revisada de las constituciones. Fundó también varios conventos de
religiosas carmelitas. Emprendió esa actividad en 1452, cuando varias
comunidades de "beguinas" de los Países Bajos pidieron la anexión a
la Orden del Carmelo.
El primero de tales conventos fue el de Gueldre, en Holanda, al
que siguieron los de Lieja, Dinant, Huy, Namur, Vilvorde y otros más. A fines
de siglo, el movimiento se había extendido ya a Italia y España. El beato murió
en Angers, el 25 de julio de 1471. El proceso de beatificación de la Beata
Francisca de Ambroise renovó, en 1863, la memoria del P. Soreth, y la Santa
Sede confirmó su culto en 1865.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN
Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son
sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente
del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él
le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
PRECES
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y
supliquémosle diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.
Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la
guerra
y dales el descanso eterno.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
la ley; concédenos cumplir tus mandamientos y llegar así a la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.