Viernes, 23 de abril de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (6,52-59)*
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo
modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo
comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.
Palabra del Señor
*(El que
come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él)*
*El Señor, quiere entrar dentro de mí, dentro de mi
cuerpo, dentro de mi alma, dentro de mí ser y para purificarme, para sacar todo
lo falso que hay dentro de mí. (Hay un tiempo donde la culebra tiene que mudar
la piel, para poder seguir viviendo y cuando le llega ese tiempo busca un lugar
muy estrecho para forzar su cuerpo a penetrar por ese lugar muy angosto y es un
proceso muy doloroso donde se va arrancando toda la piel). A ese lugar me
invita el Señor a que pueda entrar, ese lugar es entre su carne y su sangre,
que es un lugar sumamente muy estrecho, donde no cavemos los dos sino uno solo,
el proceso es muy doloroso porque eso significa que tengo que desprenderme de
mi propia vida para que pueda aparecer en mí, la carne y la sangre del Señor. Ahora
puedo entender las palabras del al Apóstol Pablo cuando dice: “No vivo yo, sino
que es Cristo quien vive en mi”*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.