Musica Para el Alma

viernes, 23 de octubre de 2020

LAS LECTURAS DEL SÁBADO 24 DE OCTUBRE 2020


 

Lecturas de la 29º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Sábado, 24 de octubre de 2020

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,7-16):

A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Por eso dice la Escritura: «Subió a lo alto llevando cautivos y dio dones a los hombres.» El «subió» supone que había bajado a lo profundo de la tierra; y el que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos para llenar el universo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero por todo viento de doctrina, en la trampa de los hombres, que con astucia conduce al error; sino que, realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien ajustado y unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcción de sí mismo en el amor

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 121,1-2.3-4a.4b-5

R/.
 Vamos alegres a la casa del Señor

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.


R/. Vamos alegres a la casa del Señor


Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.


R/. Vamos alegres a la casa del Señor


Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

 

R/. Vamos alegres a la casa del Señor

 

Sábado, 24 de octubre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,1-9):

   1 En aquel mismo momento llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios.

   2 Les respondió Jesús: « ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas?

   3 No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.

   4 O aquellos dieciocho, sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén?

   5 No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.»

   6 Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró.

   7 Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?"

   8 Pero él le respondió: "Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono,

   9 por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas."»


Palabra del Señor

 

(Si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo)

 

*Algunos noticieros tratan de hacer ver las noticias lo más trágicas posible, por lo que les inyectan un poco de morbo para causar un mayor impacto. Estas personas creen que les están dando una noticia muy trágica, y lamentable al Señor. Y el Señor utiliza estas mismas noticias para corregirles (Si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo). Esta palabra me hace ver y descubrir que en algunas ocasiones, cuando he dado alguna mala noticia, le he puesto un poco de morbo para hacerla sentir más trágica. Y sin saberlo en esa ignorancia, me he puesto al servicio del príncipe de las tinieblas. Es por eso que el Señor me reprende para ayudarme, y me hace ver que lo más importante es hablar con la verdad, porque todo lo que sucede en esta tierra es porque Dios lo permite*.     

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.