Lecturas de la 29º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Lunes, 19 de octubre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,1-10):
Hubo un tiempo en que estabais muertos por vuestros delitos y pecados, cuando
seguíais la corriente del mundo presente, bajo el jefe que manda en esta zona
inferior, el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios. Antes
procedíamos nosotros también así; siguiendo los deseos de la carne, obedeciendo
los impulsos de la carne y de la imaginación; y, naturalmente, estábamos
destinados a la reprobación, como los demás. Pero Dios, rico en misericordia,
por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos
ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvados–, nos ha resucitado
con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades
futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a
vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que
nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús,
para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las
practicásemos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
99,2.3.4.5
R/. El Señor nos hizo y somos suyos
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.
R/. El Señor nos hizo y somos suyos
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
R/. El Señor nos hizo y somos suyos
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.
R/. El Señor nos hizo y somos suyos
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R.
R/. El
Señor nos hizo y somos suyos
Lunes, 19 de octubre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (12,13-21):
13 Uno de la gente le dijo: «Maestro,
di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.»
14 El le respondió: « ¡Hombre! ¿Quién me ha
constituido juez o repartidor entre vosotros?»
15 Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda
codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus
bienes.»
16 Les dijo una parábola: «Los campos de
cierto hombre rico dieron mucho fruto;
17 y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué
haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?"
18 Y dijo: "Voy a hacer esto: Voy a
demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi
trigo y mis bienes,
19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos
bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea."
20 Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta
misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién
serán?"
21 Así es el que atesora riquezas para sí, y
no se enriquece en orden a Dios.»
Palabra del Señor
(Mirad y guardaos de toda codicia).
*Siempre me he centrado en la codicia, como algo que
tiene que ver con bienes materiales. Y cuando me pongo frente a esta, palabra y
le permito que haga un recorrido por mi vida, por mi historia, cuantas cosas
feas puedo encontrar dentro, soy una persona bastante codiciosa. El Señor me
invita a codiciar las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la derecha
de Dios, que ponga todo mi esfuerzo en aspirad las cosas del cielo, no la de la
tierra, me invita a morir a todo esto, y a tomar mi cruz, y que le dé permiso
al Espíritu Santo para que se introduzca en mi vida, para que la una a la de
Cristo. La buena noticia para mi es, que el Señor me viene a enseñar que puedo
contar con el Espíritu Santo que me puede ayudar a cuidarme de toda codicia*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.