*Mi casa y yo serviremos al Señor*
*Oración dominical*
*Como hacer “La Oración Dominical” en familia*
1. *Reunida la familia se inicia con una oración*
2. *A continuación se lee el Evangelio del Domingo*
3. *Invitar a que comente algo sobre la lectura del Evangelio*
4. *El padre o la Madre les explica un poco la lectura según sus
posibilidades*
Lecturas del Domingo
25º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Domingo, 20 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
Santo Evangelio Según San Mateo (20,1-16):
1 «En efecto, el Reino de los Cielos
es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar
obreros para su viña.
2 Habiéndose ajustado con los obreros en un
denario al día, los envió a su viña.
3 Salió luego hacia la hora tercia y al ver
a otros que estaban en la plaza parados,
4 les dijo: "Id también vosotros a mi
viña, y os daré lo que sea justo."
5 Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora
sexta y a la nona e hizo lo mismo.
6 Todavía salió a eso de la hora undécima y,
al encontrar a otros que estaban allí, les dice: "¿Por qué estáis aquí
todo el día parados?"
7 Dícenle: "Es que nadie nos ha
contratado." Díceles: "Id también vosotros a la viña."
8 Al atardecer, dice el dueño de la viña a
su administrador: "Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por
los últimos hasta los primeros."
9 Vinieron, pues, los de la hora undécima y
cobraron un denario cada uno.
10 Al venir los primeros pensaron que
cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno.
11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el
propietario,
12 diciendo: "Estos últimos no han
trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el
peso del día y el calor."
13 Pero él contestó a uno de ellos:
"Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un
denario?
14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte,
quiero dar a este último lo mismo que a ti.
15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que
quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?".
16 Así, los últimos serán primeros y los
primeros, últimos.»
Palabra del
Señor
(Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No
te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma lo tuyo y vete).
*El
Señor me invita a reconocer la diferencia entre Propietario y jornalero.
El Propietario es él y el jornalero soy yo. Por lo que me invita a reconocer
que no soy el dueño. Puedo ver cómo me adueño de las cosas sin ser mía, me
adueño de mi mujer, de mis hijos, de mis amigos. El Señor y yo nos ajustamos en
que el me daría una sola vida, y tengo que vivir mi vida según los trabajos de
su viña, en ningún momento me dijo que tenía que vivir mi vida, y la vida de
los demás. Ha sido un gran error pesar que esta vida es mía y puedo hacer con
ella lo que quiera, todo lo quiero para mí, (El pelicano cuando sus pichones
tienen abre, se quita de su propia carne y se la da a sus pichones) El Señor se
despoja de su propia vida para darme de comer a mí, para que me alimente de él
y no perezca, que detalle has tenido con migo, como me llamas a trabajar en tu
viña para que reciba un denario. Un denario en la viña del Señor es el amor*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*Recuerda la bendición a los hijos*