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miércoles, 19 de agosto de 2020

LAS LECTURAS DEL JUEVES 20 DE AGOSTO 2020

Jueves, 20 de agosto de 2020

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (36,23-28):

Así dice el Señor: «Mostraré la santidad de mi nombre grande, profanado entre los gentiles, que vosotros habéis profanado en medio de ellos; y conocerán los gentiles que yo soy el Señor –oráculo del Señor–, cuando les haga ver mi santidad al castigaros. Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. Y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 50,12-13.14-15.18-19

R/.
 Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará de todas vuestras inmundicias


Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.


R/. Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará de todas vuestras inmundicias


Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R/.


R/. Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará de todas vuestras inmundicias


Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R/.

 

R/. Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará de todas vuestras inmundicias

 

Jueves, 20 de agosto de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,1-14):

   1 Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo:

   2 «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo.

   3 Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir.

   4 Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda."

   5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; 

   6 y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron.

   7 Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.

   8 Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos.

   9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda."

   10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales.

   11 «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda,

   12 le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" Él se quedó callado.

   13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes."

   14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.»


Palabra del Señor

 

*("Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?")*  

 

*Pareciese que el rey en un hombre malo y para mi es todo lo contrario. Una boda es signo de fiesta, de alegría, donde el protagonista de todo es el amor. El rey que es la autoridad más alta de ese lugar, bajó de su trono y fue a saludad a todo sus invitado uno por uno. El rey se fijó que este hombre que está en un banque, en una fiesta, no era feliz, tenía puesto un traje de amargura, de tristeza. El rey le dijo échelo fuera. El rey con esa autoridad que tiene da a demostrar que está totalmente prohibido que cuándo él está presente, nadie absolutamente nadie puede sentirse un infeliz. Porque su invitación fue para todos. Al rey le interesa que todos cuando están en su presencia gocen de felicidad. Esta lectura viene en mi ayuda, porque me muestra algunos enemigos a vencer como es el enemigo de la tristeza y la preocupación. El rey con esa autoridad que tiene da una orden a mi corazón, que agarre la tristeza y la preocupación cuando venga a visitarme que "Las ate de pies y manos y las arroje fuera, a las tinieblas*.          

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.