Musica Para el Alma

miércoles, 26 de agosto de 2020

EVANGELIO DE MATEO 24,42-51 CICLO A

Jueves, 27 de agosto de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):

   42 «Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.

   43 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa.

   44 Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.

   45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo? 

   46 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así.

   47 Yo os aseguro que le pondrá al frente de toda su hacienda.

   48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su corazón: "Mi señor tarda",

   49 y se pone a golpear a sus compañeros y come y bebe con los borrachos,

   50 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe,

   51 le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes


Palabra del Señor

 

(«Estén preparados»). 

 

*Cuando me ponen en una administrar de algo, un negocio, una finca, en una empresa, o en venta de algún producto, tengo que tener presente que un día me pedirán cuenta o me harán un inventario a ver cómo va la administración, y si algo no cuadra, si algo no está bien, si algo se ha perdido puedo ser, suspendido, cancelado o puedo ir a la cárcel. El Señor me invita a prepárame porque el necesita hacerme un inventario en el amor. De entrada no creo quedar bien, porque son muchas las personas que en determinado momento, han necesitado de mí, un saludo, un consejo o una palabra de agrado como: Buenos días, como estas, te extraño, te quiero mucho, tu vale mucho, felicidades lo hiciste muy bien. Pero como vivo encerrado dentro de mí, esos detalles de los ignoro. El Señor me invita a desprenderme, de la mentira, del miedo, de la hipocresía y a entrar en la realidad sabiendo que esta vida se terminar y que me espera un juicio. El Señor me viene a enseñar a vivir en la libertad, que no me sienta dueño de nada, sino que él es mi dueño y cuando él quiera puede disponer de mí, que no tenga miedo*.  

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.