Musica Para el Alma

miércoles, 29 de julio de 2020

LAS LECTURAS DEL JUEVES 30 DE JULIO 2020


Lecturas de la 17º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Jueves, 30 de julio de 2020

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (18,1-6):

Palabra del Señor que recibió Jeremías: «Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor: «¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? –oráculo del Señor–. Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 145

R/.
 Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista. R/.


R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob


No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes. R/.


R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob


Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él. R/.

 

R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

 

Jueves, 30 de julio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,47-53):

   47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;

   48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.

   49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos

   50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

   51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»

   52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»

   53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.


Palabra del Señor

 

(Reúnen los peces buenos en cestos y tiran los malos). 

 

*El Señor tiene todo el tiempo del mundo, de él es el tiempo y la eternidad y se sienta con toda calma reúne a todos sin distinción. El Señor los va tomando en sus manos a todos y los mira y les pide un deseo “Deseas hacer mi voluntad” Y la respuesta la puede ver en mi corazón. Si quiero hacer la voluntad del Señor me va a colocar en un recipiente o en un cesto a su lado. Si todavía no quiero gozar de hacer la voluntad del Señor, me tirara de nuevo a esa vida vacía, sin sentido, sin amor. La belleza de esta palabra está en que el Señor me toca, me mira, me coloca entre sus manos, me mira, y en su mirada me escruta, y ve hasta mis pensamientos y ahí descubre en mí, si deseo o no hacer de corazón su voluntad. Siento alegría, siento esperanza porque el deseo del Señor es tenerme cerca de él*.    

 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.