*Mi casa y yo serviremos al Señor*
*Oración dominical*
*Como hacer “La Oración Dominical” en familia*
1. *Reunida la familia se inicia con una oración*
2. *A continuación se lee el Evangelio del Domingo*
3. *Invitar a que comente algo sobre la lectura del Evangelio*
4. *El padre o la Madre les explica un poco la lectura del evangelio
según sus posibilidades*
Lecturas del
Domingo 17º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Domingo, 26 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (13,44-52):
44 «El Reino de los Cielos es
semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre,
vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y
compra el campo aquel.»
45 «También es semejante el Reino de los
Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas,
46 y que, al encontrar una perla de gran
valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
47 «También es semejante el Reino de los
Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
48 y cuando está llena, la sacan a la
orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán
los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
50 y los echarán en el horno de fuego; allí
será el llanto y el rechinar de dientes.
51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle:
«Sí.»
52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se
ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa
que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
Palabra del
Señor
*(Y cuando está llena, la sacan a
la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos)*.
*El
Señor me habla con un lenguaje en clave, porque si me habla claramente, puedo
gloriarme, y dar una dirección equivocada a la palabra, y creer que yo puedo
controlar, entonces podría pasarme del conocimiento a la manipulación,
puedo llegar a pensar, que el Señor reúne en un lugar los buenos y los malos en
otro lugar, (las personas buena en la iglesia y los malos en la cárcel). Puedo
ver que no es así. El Señor se sienta y reúne a todos sin distinción. El Señor
los va tomando en sus manos a todos y los mira con una pregunta ¿Quieres hacer
mi voluntad? Y la respuesta la encuentra en el corazón. Si quiero hacer la
voluntad del Señor me va a colocar en un recipiente o en un cesto a su lado. Si
todavía no quiero gozar de hacer la voluntad del Señor, me tirara de nuevo a
esa vida vacía, sin sentido, sin el verdadero amor. La belleza de esta palabra
está en que el Señor me coloca entre sus mano y me mira, y en su mirada me
escruta, y ve hasta mis pensamiento y ahí donde descubre en mí, si deseo hacer
de corazón su voluntad*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*Recuerda la bendición a los hijos*