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lunes, 15 de junio de 2020

LAS LECTURAS DEL MARTES 16 DE JUNIO 2020


Martes, 16 de junio de 2020
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (21,17-29):

Después de la muerte de Nabot, el Señor dirigió la palabra a Ellas, el tesbita: «Anda, baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, que vive en Samaria. Mira, está en la vifía de Nabot, adonde ha bajado para tomar posesión. Dile: "Así dice el Señor: '¿Has asesinado, y encima robas?' Por eso, así dice el Señor: 'En el mismo sitio donde los perros han lamido la sangre de Nabot, a ti también los perros te lamerán la sangre.»
Ajab dijo a Elías: «¿Conque me has sorprendido, enemigo mío?»
Y Elías repuso: «¡Te he sorprendido! Por haberte vendido, haciendo lo que el Señor reprueba, aquí estoy para castigarte; te dejaré sin descendencia, te exterminaré todo israelita varón, esclavo o libre. Haré con tu casa como con la de Jeroboán, hijo de Nabat, y la de Basá, hijo de Ajías, porque me has irritado y has hecho pecar a Israel. También ha hablado el Señor contra Jezabel: "Los perros la devorarán en el campo de Yezrael." A los de Ajab que mueran en poblado los devorarán los perros, y a los que mueran en descampado los devorarán las aves del cielo.»
Y es que no hubo otro que se vendiera como Ajab para hacer lo que el Sefior reprueba, empujado por su mujer Jezabel. Procedió de manera abominable, siguiendo a los ídolos, igual que hacían los amorreos, a quienes el Señor había expulsado ante los israelitas. En cuanto Ajab oyó aquellas palabras, se rasgó las vestiduras, se vistió un sayal y ayunó; se acostaba con el sayal puesto y andaba taciturno.
El Señor dirigió la palabra a Ellas, el tesbita: «¿Has visto cómo se ha humillado Ajab ante mí? Por haberse humillado ante mí, no lo castigaré mientras viva; castigaré a su familia en tiempo de su hijo.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 50,3-4.5-6a.11.16

R/.
 Misericordia, Señor: hemos pecado

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R/.

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia. R/.

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

Martes, 16 de junio de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,43-48):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»

Palabra del Señor

*Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto*

*Siempre he pensado que amar, es gozar de algo bueno, amar es algo muy bonito, se siento como algo dulce, muy hermoso. Pero esto que me manda el Señor, me queda grande, amar aúna persona que goza cuando me va mal, amar a una persona que se entristece, cuando las cosas, me están saliendo bien, ¿Por qué estoy tan seguro de esto? Porque yo he sentido todo esto en mí, amargura, envidia, calor, y algunas cosas más que para mí vergüenza no me atrevo a escribir. El Señor me hace una invitación formal, a pasar por el misterio de la Cruz, y romper las frontera, que me he creado frente al otro, y que pueda ver mis limites, que el amor es algo muy serio, es algo que va más allá de mis límites, de mis fuerza, de mis antojos. El amor al cual el Señor me invita, es un amor que supera todas mis fuerzas, todas mis barreras, el Señor me invita, a un amor, que rompe el odio, a un amor que tiene el poder, de destrozar los resentimientos, un amor que tiene la capacidad de traspasar todas mis fronteras. El Señor me necesita para amar, que no me importe la raza, ni el color de la piel, que ame. Porque amar es hacer el bien sin esperar nada a cambio*.

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

*Las intenciones del papa Francisco*
*Para el mes de junio*.
*Recemos para que aquellos que sufren encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús*.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén.