Primeras
Vísperas
Inicio
†
(Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. -Dios mío, ven en
mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya
Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Primer
Salmo
Salmo
112: Alabado sea el nombre de Dios
Ant: Al
llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
Aleluya.
Derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes (Lc 1,52)
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Al
llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. Aleluya
.
Segundo
Salmo
Salmo
146: Poder y bondad de Dios
Ant: Los
apóstoles vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, y se
posó encima de cada uno de ellos el Espíritu Santo. Aleluya.
A ti, oh Dios, te alabamos; a
ti, Señor, te reconocemos.
Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel;
él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.
Entonad la acción de gracias al Señor,
tocad la cítara para nuestro Dios,
que cubre el cielo de nubes,
preparando la lluvia para la tierra;
que hace brotar hierba en los montes,
para los que sirven al hombre;
que da su alimento al ganado
y a las crías de cuervo que graznan.
No aprecia el vigor de los caballos,
no estima los jarretes del hombre:
el Señor aprecia a sus fieles,
que confían en su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel;
él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.
Entonad la acción de gracias al Señor,
tocad la cítara para nuestro Dios,
que cubre el cielo de nubes,
preparando la lluvia para la tierra;
que hace brotar hierba en los montes,
para los que sirven al hombre;
que da su alimento al ganado
y a las crías de cuervo que graznan.
No aprecia el vigor de los caballos,
no estima los jarretes del hombre:
el Señor aprecia a sus fieles,
que confían en su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Los
apóstoles vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, y se
posó encima de cada uno de ellos el Espíritu Santo. Aleluya.
Cántico
NT
Apocalipsis
15, 3-4: Himno de adoración
Ant: El
Espíritu que procede del Padre, él me glorificará. Aleluya.
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: El
Espíritu que procede del Padre, él me glorificará. Aleluya.
Lectura
Bíblica
Rm
8,11
Si el Espíritu de Dios, que resucitó a Jesús de entre
los muertos, habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo
Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que
habita en vosotros.
V/. El
Espíritu Santo. Aleluya, aleluya.
R/. El
Espíritu Santo. Aleluya, aleluya.
V/. Será
quien os lo enseñe todo.
R/. Aleluya,
aleluya.
V/. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. El
Espíritu Santo. Aleluya, aleluya.
Cántico
Evangélico
Ant: Ven,
Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama
de tu amor, tú que congregaste a los pueblos de todas las lenguas en la
confesión de una sola fe. Aleluya.
†
(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a
recitar)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Ven,
Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama
de tu amor, tú que congregaste a los pueblos de todas las lenguas en la
confesión de una sola fe. Aleluya.
Preces
Celebremos la gloria de Dios, quien, al llegar a su
término en Pentecostés los cincuenta días de Pascua, llenó a los apóstoles del
Espíritu Santo y, con ánimo gozoso y confiado, supliquémosle, diciendo:
Envía tu Espíritu, Señor, y
renueva el mundo
·
- Tú que al
principio creaste el cielo y la tierra y, al llegar el momento culminante,
recapitulaste en Cristo todas las cosas,
por tu Espíritu renueva la faz de la tierra y conduce a los hombres a la salvación
por tu Espíritu renueva la faz de la tierra y conduce a los hombres a la salvación
·
- Tú que soplaste
un aliento de vida en el rostro de Adán,
envía tu Espíritu a la Iglesia, para que, vivificada y rejuvenecida, comunique tu vida al mundo
envía tu Espíritu a la Iglesia, para que, vivificada y rejuvenecida, comunique tu vida al mundo
·
- Ilumina a todos
los hombres con la luz de tu Espíritu y disipa las tinieblas de nuestro mundo, para
que el odio se convierta en amor, el sufrimiento en gozo y la guerra en paz
·
- Fecunda el mundo
con tu Espíritu, agua viva que mana del costado de Cristo, para que la
tierra entera se vea libre de las espinas de todo mal
-
Tú que por obra del Espíritu Santo conduces sin césar a los hombres a la vida
eterna, dígnate llevar, por este mismo Espíritu, a los difuntos al gozo
eterno de tu presencia
Se pueden añadir algunas
intenciones libres.
Porque Jesús ha resucitado,
todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:
Padre nuestro que
estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No
nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Final
Dios todopoderoso y eterno, que has querido que
celebráramos el misterio pascual durante cincuenta días, renueva entre nosotros
el prodigio de Pentecostés, para que los pueblos divididos por el odio y el
pecado se congreguen por medio de tu Espíritu y, reunidos, confiesen tu nombre
en la diversidad de sus lenguas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
Amén.
Si el que preside no es un ministro ordenado, o en
el rezo individual:
†
(Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.
R/. Amén.