Musica Para el Alma

miércoles, 5 de febrero de 2020

LAS LECTURAS DEL JUEVES 6 DE FEBRERO 2020

Tiempo Ordinario. Ciclo A
Jueves, 6 de febrero de 2020
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (2,1-4.10-12):

Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: «Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: "Si tus hijos saben comportarse, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel."»
David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó.
Palabra de Dios

Salmo
1Cro 29,10.11ab.11d-12a.12bcd

R/.
 Tú eres Señor del universo
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R/.

R/. Tú eres Señor del universo

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.

R/. Tú eres Señor del universo

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R/.

R/. Tú eres Señor del universo

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R/.

R/. Tú eres Señor del universo

Jueves, 6 de febrero de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra del Señor