Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre;
limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina
mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y
devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia
de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA V
Del Común de pastores. Salterio I
VIERNES DE LA SEMANA V
Del Común de pastores. Salterio I
14 de febrero
SANTOS CIRILO, monje y METODIO, obispo. (MEMORIA)
Cirilo nació en Tesalónica y obtuvo en Constantinopla una
excelente formación. Junto con su hermano Metodio, se trasladó a Moravia para
predicar la fe cristiana. Ambos hermanos prepararon los textos litúrgicos en
lengua eslava, escrito con los caracteres que luego se llamaron
"cirílicos". Llamados a Roma, murió allí Cirilo el día 14 de febrero
del año 869; Metodio fue ordenado obispo y marchó a Panonia, a la cual
evangelizó incansablemente. Tuvo que sufrir mucho a causa de los envidiosos,
pero los papas lo apoyaron. Murió el día 6 de abril de 885 en la ciudad de
Velahrad (Checoslovaquia).
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CRISTO, CABEZA, REY DE LOS PASTORES.
Cristo, cabeza, rey de los pastores,
el pueblo entero, madrugando a fiesta,
canta a la gloria de tu sacerdote
himnos sagrados.
Con abundancia de sagrado crisma,
la unción profunda de tu Santo Espíritu
lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia
jefe del pueblo.
El fue pastor y forma del rebaño,
luz para el ciego, báculo del pobre,
padre común, presencia providente,
todo de todos.
Tú que coronas sus merecimientos,
danos la gracia de imitar su vida,
y al fin, sumisos a su magisterio,
danos su gloria. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Ant 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Cántico: QUE LOS PUEBLOS TODOS SE CONVIERTAN AL SEÑOR. Is 45, 15-25
Es verdad: tú eres un Dios escondido,
el Dios de Israel, el Salvador.
Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,
se van avergonzados los fabricantes de ídolos;
mientras el Señor salva a Israel
con una salvación perpetua,
para que no se avergüencen ni se sonrojen
nunca jamás.
Así dice el Señor, creador del cielo
- él es Dios -,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor y no hay otro.»
No te hablé a escondidas,
en un país tenebroso,
no dije a la estirpe de Jacob:
«Buscadme en el vacío.»
Yo soy el Señor que pronuncia sentencia
y declara lo que es justo.
Reuníos, venid, acercaos juntos,
supervivientes de las naciones.
No discurren los que llevan su ídolo de madera,
y rezan a un dios que no puede salvar.
Declarad, aducid pruebas,
que deliberen juntos:
¿Quién anunció esto desde antiguo,
quién lo predijo desde entonces?
¿No fui yo, el Señor?
- No hay otro Dios fuera de mí -.
Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios y no hay otro.
Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
«Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua»,
dirán: «Sólo el Señor
tiene la justicia y el poder.»
A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él,
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Ant 3. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
LECTURA BREVE Hb 13,7-9a
Acordaos de aquellos superiores vuestros que os expusieron la palabra de Dios: reflexionando sobre el desenlace de su vida, imitad su fe. Jesucristo es el mismo hoy que ayer, y para siempre. No os dejéis extraviar por doctrinas llamativas y extrañas.
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
V. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre del Señor.
R. He colocado centinelas.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CRISTO, CABEZA, REY DE LOS PASTORES.
Cristo, cabeza, rey de los pastores,
el pueblo entero, madrugando a fiesta,
canta a la gloria de tu sacerdote
himnos sagrados.
Con abundancia de sagrado crisma,
la unción profunda de tu Santo Espíritu
lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia
jefe del pueblo.
El fue pastor y forma del rebaño,
luz para el ciego, báculo del pobre,
padre común, presencia providente,
todo de todos.
Tú que coronas sus merecimientos,
danos la gracia de imitar su vida,
y al fin, sumisos a su magisterio,
danos su gloria. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Ant 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Cántico: QUE LOS PUEBLOS TODOS SE CONVIERTAN AL SEÑOR. Is 45, 15-25
Es verdad: tú eres un Dios escondido,
el Dios de Israel, el Salvador.
Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,
se van avergonzados los fabricantes de ídolos;
mientras el Señor salva a Israel
con una salvación perpetua,
para que no se avergüencen ni se sonrojen
nunca jamás.
Así dice el Señor, creador del cielo
- él es Dios -,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor y no hay otro.»
No te hablé a escondidas,
en un país tenebroso,
no dije a la estirpe de Jacob:
«Buscadme en el vacío.»
Yo soy el Señor que pronuncia sentencia
y declara lo que es justo.
Reuníos, venid, acercaos juntos,
supervivientes de las naciones.
No discurren los que llevan su ídolo de madera,
y rezan a un dios que no puede salvar.
Declarad, aducid pruebas,
que deliberen juntos:
¿Quién anunció esto desde antiguo,
quién lo predijo desde entonces?
¿No fui yo, el Señor?
- No hay otro Dios fuera de mí -.
Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios y no hay otro.
Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
«Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua»,
dirán: «Sólo el Señor
tiene la justicia y el poder.»
A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él,
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Ant 3. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
LECTURA BREVE Hb 13,7-9a
Acordaos de aquellos superiores vuestros que os expusieron la palabra de Dios: reflexionando sobre el desenlace de su vida, imitad su fe. Jesucristo es el mismo hoy que ayer, y para siempre. No os dejéis extraviar por doctrinas llamativas y extrañas.
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
V. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre del Señor.
R. He colocado centinelas.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Génesis 45, 1-15. 21b--46, 7
RECONCILIACIÓN DE JOSÉ CON SUS HERMANOS
En aquellos días, José no pudo contenerse en presencia de su corte y ordenó:
«Salid todos de mi presencia.»
Y no había nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos. Rompió a llorar fuerte, de modo que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón. José dijo a sus hermanos:
«Yo soy José; ¿vive todavía mi padre?»
Sus hermanos se quedaron sin respuesta del espanto. José dijo a sus hermanos:
«Acercaos a mí.»
Se acercaron, y les repitió:
«Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios. Pero ahora, no os preocupéis, ni os pese el haberme vendido aquí; para salvación me envió Dios delante de vosotros. Llevamos dos años de hambre en el país, y nos quedan cinco años sin sembrar ni segar. Dios me envió por delante para que podáis sobrevivir en este país y para salvar vuestras vidas de modo admirable. Por eso no fuisteis vosotros quienes me enviasteis acá, sino Dios; me hizo ministro del Faraón, señor de su casa y gobernador de todo Egipto. Aprisa, subid a casa de mi padre y decidle: "Dice tu hijo José: Dios me ha hecho señor de Egipto, baja a estar conmigo sin detenerte; habitarás en tierra de Gosén, estarás cerca de mí; tú, con tus hijos y nietos, con tus ovejas, vacas y todas tus posesiones. Yo te mantendré allí, porque quedan cinco años de hambre, para que no te falte nada, ni a ti ni a tu familia ni a los tuyos." Vosotros estáis viendo, y también Benjamín está viendo, que os hablo yo en persona. Contadle a mi padre todo mi poder en Egipto y todo lo que habéis visto, y traed pronto acá a mi padre.»
Y, echándose al cuello de Benjamín, rompió a llorar, y lo mismo hizo Benjamín; después besó, llorando, a todos sus hermanos. Sólo entonces le hablaron sus hermanos. José les dio carros, según las órdenes del Faraón, y provisiones para el viaje. Además, dio a cada uno una muda de ropa, y a Benjamín trescientas monedas y cinco mudas. A su padre le envió diez asnos cargados de productos de Egipto, diez borricas cargadas de grano y vituallas para el viaje. Cuando los hermanos se despidieron para marcharse, él les dijo:
«No riñáis por el camino.»
Salieron, pues, de Egipto, llegaron a tierra de Canaán, a casa de su padre Jacob, y le dieron la noticia:
«José está vivo y es gobernador de Egipto.»
Él perdió el sentido, porque no podía creerlo. Le contaron todo lo que les había dicho José, y, cuando vio los carros que José había enviado para transportarlo, recobró el aliento Jacob, su padre. Y dijo Israel:
«¡Basta!, está vivo mi hijo José; iré a verlo antes de morir.»
Israel, con todo lo suyo, se puso en camino, llegó a Berseba, y allí ofreció sacrificios al Dios de su padre, Isaac. Dios le dijo a Israel en una visión de noche:
«Jacob, Jacob.»
Respondió:
«Aquí estoy.»
Dios le dijo:
«Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en un pueblo numeroso. Yo bajaré contigo a Egipto, y yo te haré subir; y José te cerrará los ojos.»
Al salir Jacob de Berseba, los hijos de Israel hicieron montar a su padre, con los niños y las mujeres, en las carretas que el Faraón había enviado para transportarlos. Tomaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán, y emigraron a Egipto Jacob con todos sus descendientes: hijos y nietos, hijas y nietas, y todos los descendientes los llevó consigo a Egipto.
RESPONSORIO Mc 11, 25; Mt 6, 14; Lc 6, 36
R. Si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonadlo; * porque, si vosotros perdonáis al prójimo sus faltas, también os perdonará las vuestras vuestro Padre celestial.
V. Sed misericordiosos, como es misericordioso vuestro Padre.
R. Porque, si vosotros perdonáis al prójimo sus faltas, también os perdonará las vuestras vuestro Padre celestial.
SEGUNDA LECTURA
De la Vida eslava de Constantino
(Cap. 18: Denkschriften der kaiserlichen Akademie der Wissenschaften 19, Viena 1870, p. 246)
HAZ CRECER A TU IGLESIA Y MANTENLA SIEMPRE EN LA UNIDAD
Constantino Cirilo, sobrecargado de trabajo, cayó enfermo y, cuando hacía ya muchos días que soportaba su enfermedad, tuvo en cierta ocasión una visión divina y se puso a cantar estas palabras:
«Qué alegría para mi espíritu y que gozo para mi corazón cuando me dijeron: " Entraremos en la casa del Señor."»
Después, permaneció así todo el día, lleno de alegría y diciendo:
«Desde ahora soy siervo, no ya del emperador ni de otro hombre alguno, sino tan sólo del Dios todopoderoso. Antes no existía, pero ahora existo y existiré para siempre. Amén.»
Al día siguiente vistió el santo hábito monástico y, como quien añade más luz a la luz, tomó el nombre de Cirilo. Con este hábito permaneció durante cincuenta días. Al acercarse ya la hora de recibir el descanso y de trasladarse a las moradas eternas, elevando sus manos hacia Dios, rogaba con lágrimas en sus ojos, pronunciando estas palabras:
«Señor, Dios mío, tú que creaste las diversas categorías de ángeles y todas las fuerzas incorpóreas, que extendiste el cielo, diste solidez a la tierra y sacaste de la nada todo lo que existe, tú que escuchas siempre a los que cumplen tu voluntad, te respetan y observan tus preceptos, escucha mi oración y guarda a la grey de tus fieles, al frente de la cual me pusiste a mí, tu siervo inepto e indigno.
Líbralos de la malicia de los impíos y paganos que blasfeman de ti, haz crecer en número a tu Iglesia y mantenla siempre en la unidad. Haz que tu pueblo se distinga por su concordia en la fe verdadera y por la recta profesión de la misma, e inspira en sus corazones la palabra de tu doctrina: porque es don tuyo el que nos hayas aceptado como predicadores del Evangelio de tu Ungido, incitándonos a que practicáramos las buenas obras que te son agradables. Te devuelvo los que me confiaste, porque son tuyos; gobiérnalos con tu diestra poderosa y cúbrelos con la sombra de tus alas, para que todos alaben y glorifiquen tu nombre, el del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.»
Besó a todos con el ósculo santo y dijo:
«Bendito el Señor, que no nos entregó como presa a los dientes de nuestros adversarios invisibles, sino que rompió su red y nos libró del mal que tramaban contra nosotros.»
Y así se durmió en el Señor, a la edad de cuarenta y dos años. El papa mandó que todos los griegos que se encontraban en Roma, así como los romanos, se reuniesen, con cirios en las manos, para cantar en sus exequias, que quiso que se celebraran como si se tratase del mismo papa; y así se hizo.
RESPONSORIO Sal 88, 20. 21-22; Jr 3, 15
R. Un día hablaste en visión a tus amigos: "He levantado a un elegido sobre el pueblo. Encontré a David, mi siervo; * lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él."
V. Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacentarán con ciencia y con sabiduría.
R. Lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él.
Del libro del Génesis 45, 1-15. 21b--46, 7
RECONCILIACIÓN DE JOSÉ CON SUS HERMANOS
En aquellos días, José no pudo contenerse en presencia de su corte y ordenó:
«Salid todos de mi presencia.»
Y no había nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos. Rompió a llorar fuerte, de modo que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón. José dijo a sus hermanos:
«Yo soy José; ¿vive todavía mi padre?»
Sus hermanos se quedaron sin respuesta del espanto. José dijo a sus hermanos:
«Acercaos a mí.»
Se acercaron, y les repitió:
«Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios. Pero ahora, no os preocupéis, ni os pese el haberme vendido aquí; para salvación me envió Dios delante de vosotros. Llevamos dos años de hambre en el país, y nos quedan cinco años sin sembrar ni segar. Dios me envió por delante para que podáis sobrevivir en este país y para salvar vuestras vidas de modo admirable. Por eso no fuisteis vosotros quienes me enviasteis acá, sino Dios; me hizo ministro del Faraón, señor de su casa y gobernador de todo Egipto. Aprisa, subid a casa de mi padre y decidle: "Dice tu hijo José: Dios me ha hecho señor de Egipto, baja a estar conmigo sin detenerte; habitarás en tierra de Gosén, estarás cerca de mí; tú, con tus hijos y nietos, con tus ovejas, vacas y todas tus posesiones. Yo te mantendré allí, porque quedan cinco años de hambre, para que no te falte nada, ni a ti ni a tu familia ni a los tuyos." Vosotros estáis viendo, y también Benjamín está viendo, que os hablo yo en persona. Contadle a mi padre todo mi poder en Egipto y todo lo que habéis visto, y traed pronto acá a mi padre.»
Y, echándose al cuello de Benjamín, rompió a llorar, y lo mismo hizo Benjamín; después besó, llorando, a todos sus hermanos. Sólo entonces le hablaron sus hermanos. José les dio carros, según las órdenes del Faraón, y provisiones para el viaje. Además, dio a cada uno una muda de ropa, y a Benjamín trescientas monedas y cinco mudas. A su padre le envió diez asnos cargados de productos de Egipto, diez borricas cargadas de grano y vituallas para el viaje. Cuando los hermanos se despidieron para marcharse, él les dijo:
«No riñáis por el camino.»
Salieron, pues, de Egipto, llegaron a tierra de Canaán, a casa de su padre Jacob, y le dieron la noticia:
«José está vivo y es gobernador de Egipto.»
Él perdió el sentido, porque no podía creerlo. Le contaron todo lo que les había dicho José, y, cuando vio los carros que José había enviado para transportarlo, recobró el aliento Jacob, su padre. Y dijo Israel:
«¡Basta!, está vivo mi hijo José; iré a verlo antes de morir.»
Israel, con todo lo suyo, se puso en camino, llegó a Berseba, y allí ofreció sacrificios al Dios de su padre, Isaac. Dios le dijo a Israel en una visión de noche:
«Jacob, Jacob.»
Respondió:
«Aquí estoy.»
Dios le dijo:
«Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en un pueblo numeroso. Yo bajaré contigo a Egipto, y yo te haré subir; y José te cerrará los ojos.»
Al salir Jacob de Berseba, los hijos de Israel hicieron montar a su padre, con los niños y las mujeres, en las carretas que el Faraón había enviado para transportarlos. Tomaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán, y emigraron a Egipto Jacob con todos sus descendientes: hijos y nietos, hijas y nietas, y todos los descendientes los llevó consigo a Egipto.
RESPONSORIO Mc 11, 25; Mt 6, 14; Lc 6, 36
R. Si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonadlo; * porque, si vosotros perdonáis al prójimo sus faltas, también os perdonará las vuestras vuestro Padre celestial.
V. Sed misericordiosos, como es misericordioso vuestro Padre.
R. Porque, si vosotros perdonáis al prójimo sus faltas, también os perdonará las vuestras vuestro Padre celestial.
SEGUNDA LECTURA
De la Vida eslava de Constantino
(Cap. 18: Denkschriften der kaiserlichen Akademie der Wissenschaften 19, Viena 1870, p. 246)
HAZ CRECER A TU IGLESIA Y MANTENLA SIEMPRE EN LA UNIDAD
Constantino Cirilo, sobrecargado de trabajo, cayó enfermo y, cuando hacía ya muchos días que soportaba su enfermedad, tuvo en cierta ocasión una visión divina y se puso a cantar estas palabras:
«Qué alegría para mi espíritu y que gozo para mi corazón cuando me dijeron: " Entraremos en la casa del Señor."»
Después, permaneció así todo el día, lleno de alegría y diciendo:
«Desde ahora soy siervo, no ya del emperador ni de otro hombre alguno, sino tan sólo del Dios todopoderoso. Antes no existía, pero ahora existo y existiré para siempre. Amén.»
Al día siguiente vistió el santo hábito monástico y, como quien añade más luz a la luz, tomó el nombre de Cirilo. Con este hábito permaneció durante cincuenta días. Al acercarse ya la hora de recibir el descanso y de trasladarse a las moradas eternas, elevando sus manos hacia Dios, rogaba con lágrimas en sus ojos, pronunciando estas palabras:
«Señor, Dios mío, tú que creaste las diversas categorías de ángeles y todas las fuerzas incorpóreas, que extendiste el cielo, diste solidez a la tierra y sacaste de la nada todo lo que existe, tú que escuchas siempre a los que cumplen tu voluntad, te respetan y observan tus preceptos, escucha mi oración y guarda a la grey de tus fieles, al frente de la cual me pusiste a mí, tu siervo inepto e indigno.
Líbralos de la malicia de los impíos y paganos que blasfeman de ti, haz crecer en número a tu Iglesia y mantenla siempre en la unidad. Haz que tu pueblo se distinga por su concordia en la fe verdadera y por la recta profesión de la misma, e inspira en sus corazones la palabra de tu doctrina: porque es don tuyo el que nos hayas aceptado como predicadores del Evangelio de tu Ungido, incitándonos a que practicáramos las buenas obras que te son agradables. Te devuelvo los que me confiaste, porque son tuyos; gobiérnalos con tu diestra poderosa y cúbrelos con la sombra de tus alas, para que todos alaben y glorifiquen tu nombre, el del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.»
Besó a todos con el ósculo santo y dijo:
«Bendito el Señor, que no nos entregó como presa a los dientes de nuestros adversarios invisibles, sino que rompió su red y nos libró del mal que tramaban contra nosotros.»
Y así se durmió en el Señor, a la edad de cuarenta y dos años. El papa mandó que todos los griegos que se encontraban en Roma, así como los romanos, se reuniesen, con cirios en las manos, para cantar en sus exequias, que quiso que se celebraran como si se tratase del mismo papa; y así se hizo.
RESPONSORIO Sal 88, 20. 21-22; Jr 3, 15
R. Un día hablaste en visión a tus amigos: "He levantado a un elegido sobre el pueblo. Encontré a David, mi siervo; * lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él."
V. Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacentarán con ciencia y con sabiduría.
R. Lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él.
Viernes, 14
de febrero de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,31-37):
31 Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
32 Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él.
33 El, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.
34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: «¡Abrete!»
35 Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.
36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban.
37 Y se maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
31 Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
32 Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él.
33 El, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.
34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: «¡Abrete!»
35 Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.
36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban.
37 Y se maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sirvieron al Señor con santidad y justicia todos los días de su vida.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sirvieron al Señor con santidad y justicia todos los días de su vida.
PRECES
Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle diciendo:
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor,
haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.
Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa.
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Tú, Señor, que por medio de los santos hermanos Cirilo y Metodio iluminaste con la luz del Evangelio a las naciones eslavas, haz que nosotros, unidos en la confesión de la fe verdadera, demos al mundo, por nuestra unidad, testimonio del nombre cristiano. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
San
Cirilo, Monje y San Metodio, Obispo
14 de Febrero
14 de Febrero
Patronos de Europa
Eran dos hermanos. En el mundo se llamaban Constanino y Miguel.
Recibieron sus nombres de Cirilo y Metodio al entrar a la vida religiosa. Son
los dos grandes apóstoles de los países eslavos, como por ejemplo: Yugoslavia,
Checoslovaquia, Bulgaria, Serbia, Croacia, etc. Nacieron en Tesalónica, Grecia.
Su padre era un importante funcionario gubernamental. En su ciudad se hablaban
varios idiomas, y entre ellos el eslavo. Fueron siete hermanos. Metodio era el
mayor y Cirilo el menor de todos.
Cirilo y Metodio ejercieron su misión evangelizadora en el imperio
de la Gran Moravia. Este Estado surgió a comienzos del siglo noveno. Su centro
se hallaba en Moravia, en la actualidad parte oriental de la República Checa.
También pertenecían a la Gran Moravia territorios eslovacos y su influencia se
extendía hasta Bohemia.
En la Gran Moravia propagaban el cristianismo misioneros de Italia
Septentrional y principalmente de la vecina Baviera. A mediados del siglo
noveno Moravia ya era cristiana, mas el príncipe Rostislav, deseando obtener
plena independencia con respecto al imperio franco oriental - la posterior
Alemania-, solicitó al emperador de Bizancio, Miguel III, de Constantinopla, el
envío de sacerdotes cultos que afianzasen el cristianismo en la Gran Moravia y
estableciesen una organización eclesiástica independiente de Baviera. El
emperador de Bizancio encargó la misión a dos cultos hermanos, Cirilo y
Metodio, oriundos de Salónica, que dominaban la lengua eslava.
Cirilo y Metodio llegaron al imperio de la Gran Moravia en el año
863 y desarrollaron aquí una extraordinaria labor religiosa y cultural. Los
hermanos Cirilo y Metodio nacieron en el seno de una familia griega radicada en
Salónica. Cirilo cuya labor misionera en la Gran Moravia se extendiera durante
cuatro años, aportó grande y fundamentalmente la cultura granmorava, así por
ejemplo, el alfabeto compuesto de 38 letras, el que reflejaba la gran riqueza
sonora del eslavo antiguo. La escritura eslava de Cirilo recibió el nombre de
glagólica.
Cirilo es también el fundador de la literatura eslava. Elaborada
la escritura eslava, de inmediato se enfrascó en la traducción de libros
religiosos al eslavo antiguo. El primer libro traducido por Cirilo fue el
evangeliario, elemento indispensable para celebrar las misas y para la
catequesis. Con ayuda de sus discípulos vertió al eslavo antiguo también el
misal, el apostolario y otros libros litúrgicos.
Al concluir en Moravia la traducción de los cuatro evangelios,
Cirilo escribió el prólogo de esta obra, llamado Proglas. Se trata de una
composición poética, escrita en versos, según los cánones griegos, considerada
una obra fundamental de la literatura eslava.
Terminados sus cuatro años misioneros en la Gran Moravia, Cirilo
viajó a Roma e ingresó en un convento de monjes griegos. Falleció a los 50 días
de su estancia en la Ciudad Eterna, el 14 de febrero del 869. Al morir, el primer
educador y maestro de los eslavos tenía tan sólo 42 años.
Metodio, hermano de Cirilo y colaborador en la misión en la Gran
Moravia, nació alrededor del año 815, también en Salónica. El padre lo destinó
a la carrera militar para la cual Metodio tenía notables dotes.
Disgustado por violentos sucesos en la corte bizantina, Metodio
renunció al puesto de comandante militar e ingresó en un convento ubicado al
pie del Olimpo. Metodio se desempeñó cómo archidiácono del templo de Hagia
Sofia, de Constantinopla,y como profesor de filosofía. Metodio fue el arzobispo
metropolitano de los granmoravos, aunque no siempre encontró la comprensión y
el respaldo del príncipe de la Gran Moravia, Svatopluk.
Bajo la dirección de Metodio se desarrolló la escuela literaria morava
de la cual salieron las traducciones al eslavo antiguo de todos los libros del
Viejo y del Nuevo Testamento. La traducción de las Sagradas Escrituras fue
realizada en la Gran Moravia en ocho meses. Metodio la dictó a los escribanos
que utilizaban una especie de taquigrafía.
San Metodio murió el 6 de abril del año 885 y fue enterrado en su
templo metropolitano en Moravia. La tradición sitúa el lugar de su sepultura en
Velehrad, Moravia del Sur. Sin embargo, el desmoronamiento del imperio de la
Gran Moravia como consecuencia de las incursiones de los magiares ocasionó la
destrucción de los asentamientos.
San Valentín, Patrono de los
Enamorados
14 de Febrero
14 de Febrero
El amor de Dios reina en el corazón de todos los
santos, pero hay uno que tiene la dicha de ser el patrón de los enamorados: San
Valentín. Según dice una tradición, San Valentín arriesgaba su vida para casar
cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución. Por fin entregó
su vida en el martirio, que es la máxima manifestación del amor. El amor de
este santo sacerdote por Jesucristo y por defender el Sacramento del Matrimonio
nos inspira a elevar el amor humano a las alturas del amor divino para el cual
fuimos creados. Los cristianos debemos aprovechar esta fiesta para recuperar el
sentido cristiano del amor y del matrimonio a la luz de Cristo.
1. Para abolir la costumbre pagana de que los jóvenes sacaran por
suerte nombres de jovencitas, en honor de la diosa del sexo y la fertilidad
llamada Februata Juno, celebrada el 15 de este mes, algunos pastores substituyeron
esta costumbre, escribiendo nombres de santos. Así con el tiempo la fiesta
sería cristianizada y se celebraba en vez San Valentín.
2. El 14 de febrero se envían postales los enamorados porque,
según la creencia medieval procedente de Inglaterra y Francia, ese día, es
decir, a mediados del segundo mes del año, "todas las aves escogen su
pareja".
Aunque San Valentín sigue siendo reconocido como verdadero santo
de la Iglesia, muy poco se sabe de seguro sobre su vida, fuera del hecho de su
martirio. Es por eso que el calendario litúrgico celebra el 14 de febrero a los
Santos Cirilo y Metodio en vez de a San Valentín.