Viernes, 14 de febrero de 2020
Lo que me dice el Evangelio de Marcos 7,31-37 Ciclo A (Hace oír a los sordos y hablar a los mudos).
*El pensar que el Señor mete un dedo en el oído y luego toma saliva en el dedo
y se la unta en la lengua, suena como algo antigénico, algo no ético, y muy poco
profesional. La buena noticia para mi es que el Señor me abrasa y me lleva a un
lugar aparte y quiere realizar en mi dos signo muy importante el de abrirme el
oído para que yo lo pueda escucharlo a él y que yo pueda hablar de él, y me
puedan entender y lo que más me gustó es: Que mirando al cielo, suspiró y dijo: «Effetá» (esto es, «ábrete»).*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*