Viernes, 24 de agosto de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Juan
1,45-51). (Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí
tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño) *Esta expresión a mí me
derrite, como el fuego al hielo, y me da una Santa envidia de Natanael. Puedo
ver una palabra cumplida y es que el Señor tiene la capacidad de ver en las partes
más escondidas de mi vita, que el observa cuidadosamente hasta mi pensamiento y
su mirada penetra dentro de mí y llega más allá de aquellos lugares que todavía
no he podido llegar. Para mi este discípulo estaba pidiendo con toda su alma,
con toda su mente, con todo su ser y con toda su fuerza un encuentro con El
Mesías. Su cuerpo estaba debajo de la higuera, pero su alma estaba haciendo un
recorrido por el cielo buscando las cosas de arriba donde esta Cristo sentado a
la derecha de Dios. Cuanto me gustaría que mi alma, mi mete, mi ser y mi fuerza
se convirtieran en una hiedra y se pegaran, se aferraran a la palabra, a la
voluntad y a la obediencia del Señor y que esto habrá en mí el discernimiento
de reconocer a Jesús el hijo de José y de María, como mi Maestro y mi Salvador
y que yo pueda decir con seguridad como dijo Natanael: «Rabí, tú eres el Hijo
de Dios, tú eres el Rey de Israel*.»
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》