Lo
que me dice: El Santo Evangelio:
Jueves, 10 de mayo de 2018 (Juan 16,16-20). (En verdad, en
verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre;
vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría) *Tengo cosas dentro de mí que me impiden ver al Señor, como son: El miedo,
porque cuando tengo miedo es porque me estoy apoyando en mí mismo. Los malos
pensamientos y cuando estoy metido en mis malos pensamientos es imposible ver
al Señor. La tristeza, también la tristeza me impide ver al Señor, porque si
estoy triste es porque, un bien se me ha ido o siento que un mal me ha llegado,
y esto es algo que me roba la paz. Lo que me gusta es, que el Señor sabe
que cuando él no está en mi me atrapa el dolor y el desconcierto y pierdo el
sentido de la vida y no tengo ni la más mínima idea de para que vivo, voy
aprovechar este momento y le are una pregunta a mi corazón ¿para qué vivo?....
La misión del Señor es sanar mis heridas, en especial aquellas que no puedo ver
y que me cuestan mucho trabajo aceptar, y no puedo seguir viviendo en la
mentira, no puedo ser un iluso, porque si me dan ataque de ira, si me sube un
brote de soberbia, si mi orgullo es tan fuerte que no me deja pedir perdón o
perdonar, si la tristeza y la angustia tienen poder sobre mí, y tienen más
fuerza que yo eso es un indicativo para mí de que la alegría del Señor no está
en mí. Mi esperanza está en que el Señor me ofrece una medicina muy buena que
se llama “La Cruz Gloriosa”, que
tiene el poder de convertir mi tristeza en alegría, mi odio en amor, mi ira en
mansedumbre, y mi orgullo en humildad*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》