Lo que me dice: El Santo Evangelio:
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Lunes, 30 de octubre de 2017 (Lucas
13, 10-17). *Me llama a
la atención dos signos que el Señor realiza con esta mujer que lleva 18 años
enferma: primer signo el Señor cuando le habla la libera, le quita la carga,
que sostenía durante los 18 años. Segundo signo el Señor le impone las manos, y
al imponérmele las manos le endereza la vida. Esto me lleva a cuestionarme ¿qué me tiene
atado? ¿Qué cosa estoy cargando, que hace que mi vida se doble? ¿Siento yo
algún peso en mi vida que el Señor tiene que venir en mi ayuda? Esta mujer por
18 años está cargando con una enfermedad visible. Yo en cambio me escondo o
disimulo mi enfermedad, para que hablen bien de mi, y es tanto lo que me
escondo detrás de mi fachada, que hasta a mí mismo, me cuesta descubrir que soy
un pecador, por eso el Señor se acerca a mí, me habla al oído me dice que soy
libre y me dice que quiere imponer su mano sobre mí para enderezar mi vida. Me parezco a un caballo que le tiran una
cuerda en sima y ponen la otra punta de la cuerda en una ramita seca tirada en
el suelo, que hasta se la puede llevar el viento de lo pequeña que es y se
queda ahí parado pensando que está atado, ese soy yo Señor, tú me desata de: la
angustia, la tristeza, de la timidez, de la indecisiones, de la melancolía, del
miedo, de los complejos, y no levanto la cabeza para ver que en ti soy
verdaderamente libre*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》