Jueves, 8 de junio de 2017
Salmo
Sal 127,1-2.3.4-5
R/. Dichosos los que temen al Señor
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás de] fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.
R/. Dichosos los que temen al Señor
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás de] fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo.