Lo que me dice: El Santo Evangelio:
Martes, 27 de junio de 2017 (Mateo
7,6.12-14). («Entrar por la puerta estrecha»). Como tengo que esforzarme, por entrar por la puerta estrecha,
la puerta pequeña, la puerta incomoda. Y tengo tantas cosas en las manos y
encima de mí, que es imposible pasar con ellas, tengo tantas cosas que he
acumulado y como ahora tengo que desprenderme de ellas y sé que esto me hará
pasar un poco por el sufrimiento. Pero tengo que ser consciente de mi propia
realidad, no puedo pasar por la puerta estrecha, con resentimiento contra otra persona,
no puedo pasar odiando, no puedo pasar sintiendo malos deseos ni contra aquella
persona que en cierta ocasión me hiso tanto daño y sufrimiento y logro que mi
vida se llenara totalmente de odio. Entrar por esta puerta estrecha es dejar
ahí mi piel, mi pellejo y luego cuando por fin pueda cruzar recubridme de la humanidad y de la piel llena
de amor del Señor. El Señor me invita a ser consciente, que en mi no debe haber
dos caras, que sea sincero, porque la sinceridad es la única medicina, contra
el cáncer de mi hipocresía, arrogancia, prepotencia y mi falsedad. Puedo ver
una esperanza en esta palabra cuando dice: (Angosto y Pocos) esto me llena de
alegría porque esto me dice que no importa que sea “Angosto” yo puedo cruzar. Y
entre “Los Pocos” yo puedo estar. Y puedo estar con: mis limitaciones que las
tengo, con mis problemas que los tengo, como mis dificultades que las tengo, con mis
enfermedades que las tengo, una sola cosa necesito y esa solo me falta dejarme
amar de DIOS. Y saber que llevo este tesoro en vaso de barro que es mi alma,
para que se manifieste en mi vida, que lo sublime de este amor viene de DIOS,
no de mí.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》