Lo que me dice: El Santo Evangelio:
Jueves, 9 de febrero de 2017 («
Los perros, debajo de la mesa, comen las
migajas que tiran los niños (Marcos
7,24-30)»). Este lenguaje del Señor suena como duro y fuerte, como
que no se corresponde a la misión sanadora del Señor, pero para mí en el fondo
es todo un lenguaje cargado de amor, de ternura, y de solidaridad, porque puedo ver que el amor del Señor no
tiene distancia, ni barrera, ni color, ni raza, ni frontera, está diseñado,
especialmente para mí. *El Señor se
coloca en un lugar donde yo lo pueda ver, y me muestra lo más importante, que él tiene un punto débil, que se llama la
sinceridad, y me invita a ser sincero con migo mismo y con él, y seguro que
puedo tener paz, en medio de mi tormenta,
porque él, me conoce desde antes
de yo nacer, ya desde el vientre de mi madre él era mi Señor, y cuando me
reconozco, meno que nada, en su presencia, y me hace recordar, que el que se
humilla será ensalzado. Señor dame la oportunidad de caminar en tu presencia.
Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído asía mí
el día en que lo invoco, me envolvía redes de muerte, caí en tristeza y
angustia, invoque el nombre del Señor, te ruego salva mi vida, caminare en
presencia del Señor*.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser,
SANTO 》