Lo que me dice: El Santo Evangelio: Jueves, 12 de enero de
2017(«La lepra
se le quitó, y quedó limpio.(Marcos
1,40-45) »). Es muy cierto
como dice el salmo *un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecia
Señor* Este leproso, me da unas pinceladas de cómo tengo que acercarme al
Señor: 1ro. Reconocer mi lepra, todo lo que me aparta del Señor, de mi familia,
de mis amistades, de mis amigos. 2do. Suplicar de rodilla, (descender, bajar,
al territorio de la humillación). 3ro. Gravar en mi corazón, en mi alma y en
todo mi ser que se cumpla la voluntad del Señor. Me siento lleno de esperanza,
porque el Señor, frente a un acontecimiento así, no se detiene, y se compadece sin
importar lo que pueda suceder. Es como una madre que da el pecho a su hijo,
cuando es la hora de comer del niño, frente a los gritos de este niño, ella no
puede controlar aunque quisiera, que de sus pechos broten los alimento de una
vida, que grita, que clama, es algo natural que le brota desde dentro, como un torrente,
que no se detiene hasta lograr inundar todo, algo así es el AMOR DEL SEÑOR, que
brota, que corre, que desciende, tras de mí, con la intención de saciar
totalmente, todo mi cuerpo que está necesitado del Señor.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser,
SANTO 》