Domingo 14 de feb.
Evangelio de San Lucas 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer, y al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: - «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.» Jesús le contestó: - «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre".» Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: - «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mi me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo». Respondiendo Jesús, le dijo: - «Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto"». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: - «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Ha dado ordenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".» Respondiendo Jesús, le dijo: - «Está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios"». Acabada toda tentación el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor