Musica Para el Alma

jueves, 18 de septiembre de 2025

LAS LECTURAS DEL VIERNES 19 DE SEPTIEMBRE 2025


 

Lecturas del Viernes de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario

19 Sep 2025

Primera Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (6,2c-12):

 

Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro. Es verdad que la piedad es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio, los que buscan riquezas caen en tentaciones, trampas y mil afanes absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto; practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 48

 

R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos

 

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? R/.

 

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa. R/.

 

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él. R/.

 

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz. R/

 

Lecturas del Viernes de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario

19 Sep 2025

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Lucas (8,1-3)*

 

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios). 

*Jesús siempre está en camino buscando por todos los lugares, de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, a las personas que quieran recibirlo, para él, entregarle una vida con capacidad de amar y perdonar. Jesús me está invitando a que sea parte del grupo que le acompañan en esa misio de anunciar la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Para esta en el grupo que acompaña a Jesús tengo primero que abrir mi corazón a él, para que entre en mi y saque todo aquello que hay dañado y sucio dentro de mi vida. Que hermosa esta palabra, (Las mujeres que acompañaban y le ayudaban a Jesús) Las mujeres son más cercanas al corazón de Jesús, desde antiguo y hasta el día de hoy; son fieles colaboradoras con la misión de la evangelización, y son más desprendidas con sus bienes y con su tiempo de oración. Señor por amor a esas santas mujeres, regálame el don de la humildad y la oportunidad de hacer tu voluntad*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.