Lecturas
del Lunes de la V Semana del Tiempo Ordinario
10 Feb 2025
Primera Lectura
Comienzo del libro del Génesis (1,1-19):
Al principio creó Dios el cielo y la tierra.
La tierra estaba informe y vacía; la tiniebla cubría la superficie del abismo,
mientras el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Dijo
Dios:«Exista la luz». Y la luz existió.
Vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla. Llamó Dios
a la luz «día» y a la tiniebla llamó «noche».
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero. Y dijo Dios: «Exista un
firmamento entre las aguas, que separe aguas de aguas». E hizo Dios el
firmamento y separó las aguas de debajo del firmamento de las aguas de encima
del firmamento. Y así fue. Llamó Dios al firmamento «cielo».
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo. Dijo Dios: «Júntense las aguas
de debajo del cielo en un solo sitio, y que aparezca lo seco». Y así fue. Llamó
Dios a lo seco «tierra», y a la masa de las aguas llamó «mar». Y vio Dios que
era bueno.
Dijo Dios: «Cúbrase la tierra de verdor, de hierba verde que engendre semilla,
y de árboles frutales que den fruto según su especie y que lleven semilla sobre
la tierra». Y así fue. La tierra brotó hierba verde que engendraba semilla
según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla según su
especie. Y vio Dios que era bueno.
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero. Dijo Dios: «Existan lumbreras
en el firmamento del cielo, para separar el día de la noche, para señalar las
fiestas, los días y los años, y sirvan de lumbreras en el firmamento del cielo,
para iluminar sobre la tierra». Y así fue. E hizo Dios dos lumbreras grandes:
la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche; y
las estrellas. Dios las puso en el firmamento del cielo para iluminar la
tierra, para regir el día y la noche y para separar la luz de la tiniebla. Y
vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 103,1-2a.5-6.10.12.24.35c
R/. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. R/.
Asentaste la tierra sobre sus cimientos,
y no vacilará jamás;
la cubriste con el manto del océano,
y las aguas se posaron sobre las montañas. R/.
De los manantiales sacas los ríos,
para que fluyan entre los montes;
junto a ellos habitan las aves del cielo,
y entre las frondas se oye su canto. R/.
Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
¡Bendice, alma mía, al Señor! R/.
Lecturas
del Lunes de la V Semana del Tiempo Ordinario
10 Feb 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,53-56)*
En aquel tiempo, terminada la travesía, Jesús
y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo
reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la
gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos,
ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le
rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que lo tocaban
se curaban.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
《Apenas desembarcó, algunos lo reconocieron》
*Que tengo que hacer
Jesús para que entres en mi corazón, para que en mí aparezca el deseo, el
anhelo de conocerte, y broten de mí las alabanzas. Siento tristeza porque tengo
enfermedades interiores en mi corazón que impiden que entre la gracia que Jesús
trae para mí, y eso es para mí un sufrimiento. El Señor, es muy condescendiente
conmigo, él llega a mi vida con la intención de que me acerque a él, y así lo
pueda tocar, para sanarme de mis parálisis, y lo pueda reconocer. El Señor,
quiere que mi alma se entere de todo el bien que puedo tener cuando Jesús me
toque y sane todos los males que llevo interiormente*
*El que desea y quiere amar, con el corazón según
el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.