Viernes,
11 de octubre de 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san
Lucas (11,15-26)*
15 Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul,
Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»
16 Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal
del cielo.
17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.
18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí
mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los
demonios por Beelzebul.
19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por
quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
20 Pero si por el dedo de Dios expulso yo los
demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
21 Cuando uno fuerte y bien armado custodia su
palacio, sus bienes están en seguro;
22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence,
le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
23 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que
no recoge conmigo, desparrama.
24 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda
vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice:
"Me volveré a mi casa, de donde salí."
25 Y al llegar la encuentra barrida y en orden.
26 Entonces va y toma otros siete espíritus peores
que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor
que el principio.»
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Si
yo echo los demonios con el dedo de Dios)
*Es confortable saber que un solo dedo de mi Señor,
tiene mayor poder que todas las tinieblas del dueño del mal. El Señor me pide
que haga mío un viejo refrán que dice: Al que a buen albor se arrima, buena
sobra le da. Con sus palabras me está mostrando que si hay en mí un hombre
fuerte que está sujetando mi alma, llenándola de tristeza, de angustia y de miedo,
que no tema; porque vendrá otro mucho más fuerte que él, y viene vestido y
ceñido de majestad, con la fuerza de un búfalo, y con el poder de cambiar mi
tristeza, en danza, con el poder de cambiar mi luto, en alegría y con el poder
de cambiar mi miedo, en seguridad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.