*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA XV
Del común de pastores: para un santo obispo y Del Común de doctores de la
Iglesia. Salterio III
15 de julio
*SAN BUENAVENTURA, obispo y doctor de la
Iglesia. (MEMORIA)*.
Nació alrededor del año 1218 en Bagnoregio, en la región toscana; estudió
filosofía y teología en París y, habiendo obtenido el grado de maestro, enseñó
con gran provecho estas mismas asignaturas a sus compañeros de la Orden
franciscana. Fue elegido ministro general de su Orden, cargo que ejerció con
prudencia y sabiduría. Fue nombrado cardenal obispo de la diócesis de Albano, y
murió en Lyon el año 1274. Escribió muchas obras filosóficas y teológicas.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: PARA VOSOTROS, EL MISTERIO DEL PADRE.
Para vosotros, el misterio del Padre;
con vosotros, la luz del Verbo;
en vosotros, la llama del Amor
que es fuego.
¡Hontanares de Dios!,
¡hombres del Evangelio!,
¡humildes inteligencias luminosas!,
¡grandes hombres de barro tierno!
El mundo tiene hambre de infinito
y sed de cielo;
las criaturas nos atan a lo efímero
y nos vamos perdiendo en el tiempo.
Para nosotros,
el misterio que aprendisteis del Padre;
con nosotros, la luz que os dio el Verbo;
en nosotros, el Amor ingénito.
¡Hombres de Cristo, maestros de la Iglesia!
dadnos una vida y un anhelo,
la angustia por la verdad,
por el error el miedo.
Dadnos una vida de rodillas
ante el misterio,
una visión de este mundo de muerte
y una esperanza de cielo.
Padre, te pedimos para la Iglesia
la ciencia de estos maestros. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contra ti, contra ti solo pequé,
Señor; ten misericordia de mí.
Ant 2. Reconocemos, Señor, nuestra
impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico: LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr
14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconocemos, Señor, nuestra
impiedad; hemos pecado contra ti.
Ant 3. El Señor es Dios y nosotros somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es Dios y nosotros somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA BREVE Sb 7, 13-14
Aprendí la sabiduría sin malicia, reparto sin envidia, y no me guardo sus
riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que lo adquieren
se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.
RESPONSORIO BREVE
V. El pueblo cuenta su sabiduría.
R. El pueblo cuenta su sabiduría.
V. La asamblea pregona su alabanza.
R. Cuenta su sabiduría.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El pueblo cuenta su sabiduría.
V. El
Señor nos instruirá en sus caminos.
R. Y marcharemos por sus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Job 6, 1-30
RESPUESTA DE JOB, AFLIGIDO Y ABANDONADO POR DIOS
Respondió Job a Elifaz y le dijo:
«Si pudiera pesarse mi aflicción, y juntarse en la balanza mis desgracias,
serían más pesadas que la arena; por eso desvarían mis palabras. Llevo clavadas
las flechas del Todopoderoso y siento cómo bebo su veneno, los terrores de Dios
se han desplegado contra mí.
¿Rebuzna el asno salvaje ante la hierba?, ¿muge el buey ante el forraje?, ¿va
uno a comer sin sal lo desabrido, o a encontrarle gusto al suero de la leche?
Lo que me daba asco es ahora mi alimento repugnante.
Ojalá se cumpla lo que pido, y Dios me conceda lo que espero: que Dios se digne
triturarme y cortar de un tirón la trama de mi vida. Sería un consuelo para mí:
torturado sin piedad saltaría de gozo, por no haber renegado de las palabras
del Santo.
¿Qué fuerzas me quedan para resistir?, ¿qué destino espero para tener
paciencia?, ¿es mi fuerza la fuerza de la roca o es de bronce mi carne? Ya no
encuentro apoyo en mí, y la suerte me abandona.
Para el enfermo es la lealtad de los amigos, aunque olvide el temor del
Todopoderoso: mis hermanos me traicionan como un torrente, como una torrentera
cuando ha pasado el caudal: baja turbio por el deshielo, arrastrando revuelta
la nieve; con el primer calor, se seca y, en la canícula, desaparece de su
cauce. Por él las caravanas cambian de ruta, se adentran en la inmensidad y se
extravían; las caravanas de Temá lo buscan, y los beduinos de Saba cuentan con
él; pero queda burlada su esperanza y, al llegar, se ven decepcionados.
Igual vosotros, os habéis vuelto nada, veis mi terror y tenéis miedo. ¿Os he
pedido que soltéis por mí algún soborno de vuestro bolsillo, que me libréis de
mi adversario y me rescatéis de un poder tiránico?
Instruidme, y guardaré silencio, hacedme ver en qué me he equivocado. ¡Qué
persuasivas son las palabras justas!; pero ¿qué prueban vuestras pruebas?
¿Pretendéis cogerme en mis palabras, cuando lo que dice un desesperado es
viento?
Os sortearíais a un huérfano y trataríais el precio de un amigo. Ahora, miradme
atentamente: juro no mentir en vuestra cara. Otra vez, por favor: que no se
haga injusticia; otra vez, que está en juego mi inocencia. ¿Hay injusticia en
mis labios?, ¿no distingue mi boca las palabras?»
RESPONSORIO Jb 6, 2. 3
R. Si pudiera pesarse mi aflicción, * y
juntarse en la balanza mis desgracias.
V. Serían más pesadas que la arena; por eso
desvarían mis palabras.
R. Y juntarse en la balanza mis desgracias.
SEGUNDA LECTURA
Del Opúsculo de san Buenaventura, obispo, Sobre el itinerario de la
mente hacia Dios
(Cap. 7, 1. 2. 4. 6: Opera omnia 5, 312-313)
LA SABIDURÍA MISTERIOSA REVELADA POR EL ESPÍRITU SANTO
Cristo es el camino y la puerta. Cristo es la escalera y el vehículo, él, que
es el propiciatorio colocado sobre el arca de Dios y el misterio oculto desde
los siglos. El que mira plenamente de cara este propiciatorio y lo contempla
suspendido en la cruz, con fe, con esperanza y caridad, con devoción,
admiración, alegría, reconocimiento, alabanza y júbilo, este tal realiza con él
la pascua, esto es, el paso, ya que, sirviéndose del bastón de la cruz,
atraviesa el mar Rojo, sale de Egipto y penetra en el desierto, donde saborea
el maná escondido, y descansa con Cristo en el sepulcro, como muerto en lo
exterior, pero sintiendo, en cuanto es posible en el presente estado de
viadores, lo que dijo Cristo al ladrón que estaba crucificado a su lado: Hoy
estarás conmigo en el paraíso.
Para que este paso sea perfecto, hay que abandonar toda especulación de orden
intelectual y concentrar en Dios la totalidad de nuestras aspiraciones. Esto es
algo misterioso y secretísimo, que sólo puede conocer aquel que lo recibe, y
nadie lo recibe sino el que lo desea, y no lo desea sino aquel a quien inflama
en lo más íntimo el fuego del Espíritu Santo, que Cristo envió a la tierra. Por
esto dice el Apóstol que esta sabiduría misteriosa es revelada por el Espíritu
Santo.
Si quieres saber cómo se realizan estas cosas, pregunta a la gracia, no al
saber humano; pregunta al deseo, no al entendimiento; pregunta al gemido
expresado en la oración, no al estudio y la lectura; pregunta al Esposo, no al
Maestro; pregunta a Dios, no al hombre; pregunta a la oscuridad, no a la
claridad; no a la luz, sino al fuego que abrasa totalmente y que transporta
hacia Dios con unción suavísima y ardentísimos afectos. Este fuego es Dios,
cuyo horno, como dice el profeta, está en Jerusalén, y Cristo es quien lo
enciende con el fervor de su ardentísima pasión, fervor que sólo puede
comprender el que es capaz de decir: Preferiría morir asfixiado, preferiría la
muerte. El que de tal modo ama la muerte puede ver a Dios, ya que está fuera de
duda aquella afirmación de la Escritura: Nadie puede ver mi rostro y seguir
viviendo. Muramos, pues, y entremos en la oscuridad, impongamos silencio a nuestras
preocupaciones, deseos e imaginaciones; pasemos con Cristo crucificado de este
mundo al Padre, y así, una vez que nos haya mostrado al Padre, podremos decir
con Felipe: Eso nos basta; oigamos aquellas palabras dirigidas a Pablo: Te
basta mi gracia; alegrémonos con David, diciendo: Se consumen mi corazón y mi
carne por Dios, mi herencia eterna. Bendito el Señor por siempre, y todo el
pueblo diga: «¡Amén!»
RESPONSORIO 1Jn 3, 24; Sir 1, 9. 10
R. Quien guarda los mandamientos de Dios permanece
en Dios y Dios en él; * Y
conocemos que él permanece en nosotros por el Espíritu que nos ha dado.
V. Dios mismo creó la sabiduría, la derramó sobre
todas sus obras y se la regaló a los que lo aman.
R. y conocemos que él permanece en nosotros por el
Espíritu que nos ha dado.
*Lecturas del Viernes de la
15ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes,
15 de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(12,1-8)*
Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían
hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le
dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en
sábado.»
Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres
sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados,
cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los
sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el
sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es
más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia
y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el
Hijo del hombre es señor del sábado.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Los sabios brillarán con esplendor de cielo, y los que enseñan la
justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los sabios brillarán con esplendor
de cielo, y los que enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas
por toda la eternidad.
PRECES
Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus
ovejas, y supliquémosle diciendo:
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu
misericordia y tu amor,
haz que por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.
Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único
pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los
cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de
una vida santa.
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el
amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, al celebrar hoy la festividad del obispo san
Buenaventura, te pedimos nos concedas saber aprovechar sus preclaras enseñanzas
e imitar su ardiente amor hacia ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: VERBO DE DIOS, ETERNA LUZ DIVINA.
Verbo de Dios, eterna luz divina,
fuente eternal de toda verdad pura,
gloria de Dios, que el cosmos ilumina,
antorcha toda luz en noche oscura.
Palabra eternamente pronunciada
en la mente del Padre, ¡oh regocijo!,
que en el tiempo a los hombres nos fue dada
en el seno de Virgen, hecha Hijo.
Las tinieblas de muerte y de pecado,
en que yacía el hombre, así vencido,
su verdad y su luz han disipado,
con su vida y su muerte ha redimido.
Con destellos de luz que Dios envía,
no dejéis de brillar, faros divinos;
de los hombres y pueblos sed su guía,
proclamad la verdad en los caminos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134 I - HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
—en medio de ti, Egipto—
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es grande, nuestro dueño
más que todos los dioses.
Ant 2. Casa de Israel, bendice al Señor;
tañed para su nombre, que es amable.
Salmo 134 II.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Casa de Israel, bendice al Señor;
tañed para su nombre, que es amable.
Ant 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán
en tu acatamiento, Señor.
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrán todas las naciones y se
postrarán en tu acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE St 3, 17-18
La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la
paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante,
sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz; y su fruto es la
justicia.
RESPONSORIO BREVE
V. En la asamblea le da la palabra.
R. En la asamblea le da la palabra.
V. Lo llena de espíritu, sabiduría e inteligencia.
R. Le da la palabra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. En la asamblea le da la palabra.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Buenaventura,
fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Oh doctor admirable, luz de la
Iglesia santa, san Buenaventura, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros
al Hijo de Dios.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los
hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:
Salva a tu pueblo, Señor.
Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban
por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los
santos.
Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu,
los consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.
Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado
de ti.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas
para que nadie las arrebate de tu mano,
salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, al celebrar hoy la festividad del obispo san
Buenaventura, te pedimos nos concedas saber aprovechar sus preclaras enseñanzas
e imitar su ardiente amor hacia ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.