*Lecturas del Miércoles de la 32ª semana del
Tiempo Ordinario*
Miércoles, 10 de noviembre de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de la Sabiduría (6,1-11):
Escuchad, reyes, y entended; aprendedlo, gobernantes del orbe hasta sus
confines; prestad atención, los que domináis los pueblos y alardeáis de
multitud de súbditos; el poder os viene del Señor, y el mando, del Altísimo: él
indagará vuestras obras y explorará vuestras intenciones; siendo ministros de
su reino, no gobernasteis rectamente, ni guardasteis la ley, ni procedisteis
según la voluntad de Dios. Repentino y estremecedor vendrá sobre vosotros,
porque a los encumbrados se les juzga implacablemente. A los más humildes se
les compadece y perdona, pero los fuertes sufrirán una fuerte pena; el Dueño de
todos no se arredra, no le impone la grandeza: él creó al pobre y al rico y se
preocupa por igual de todos, pero a los poderosos les aguarda un control
riguroso. Os lo digo a vosotros, soberanos, a ver si aprendéis a ser sabios y
no pecáis; los que observan santamente su santa voluntad serán declarados
santos; los que se la aprendan encontrarán quien los defienda. Ansiad, pues,
mis palabras; anheladlas, y recibiréis instrucción.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
81,3-4.6-7
R/. Levántate, oh Dios,
y juzga la tierra
«Proteged al desvalido y al huérfano,
haced justicia al humilde y al necesitado,
defended al pobre y al indigente,
sacándolos de las manos del culpable.» R/.
Yo declaro: «Aunque seáis dioses,
e hijos del Altísimo todos,
moriréis como cualquier hombre,
caeréis, príncipes, como uno de tantos.» R/.
*Lecturas del Miércoles de la 32ª semana del
Tiempo Ordinario*
Miércoles, 10 de noviembre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (17,11-19)*
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se
pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de
nosotros.»
Al verlos, les dijo: «ld a presentaros a los sacerdotes.»
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba
curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los
pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros
nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a
Dios?»
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.»
Palabra del Señor
(¿No han quedado limpios
los diez?; los otros nueve, ¿dónde están?)
*El Señor me invita a que pueda
notar la diferencia que existe entre quedar limpio y ser salvado. Puedo ver que
todos quedaron limpio pero uno solo fue curado, perdonado y salvado. La
limpieza es una obra maravillosa del gran amor de Dios. Es una buena noticia
que el Señor, quiere limpiar todo lo que está sucio dentro de mí, todas mis
enfermedades. El Señor, me quiere limpiar para que cambie de vida. También me
regala la oportunidad de tirarme a sus pies donde tengo la oportunidad de darle
gracia por todo el bien que está haciendo conmigo*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a
ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.