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domingo, 28 de noviembre de 2021

LAS LECTURAS DEL LUNES 29 DE NOVIEMBRE 2021 TIEMPO DE ADVIENTO

*Lecturas del Lunes de la 1ª semana de Adviento*

Lunes, 29 de noviembre de 2021

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (2,1-5):

VISIÓN de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.
En los días futuros estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cumbre de las montañas,
más elevado que las colinas.
Hacia él confluirán todas las naciones,
caminarán pueblos numerosos y dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley,
la palabra del Señor de Jerusalén».
Juzgará entre las naciones,
será árbitro de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, venid;
caminemos a la luz del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 121,1-2.4-5.6-7.8-9

R/. Vamos alegres a la casa del Señor.


V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

V/. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.

V/. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.

V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.

 

*Lecturas del Lunes de la 1ª semana de Adviento*

Lunes, 29 de noviembre de 2021

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-11)*

EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

Palabra del Señor

 

(Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano). 

 

*La sincerada de este Centurión, han provocado en mí algunas  preguntas o interrogante ¿Bajo cual disciplina vivo hoy en día? ¿Quién es mi superior? ¿Quién le da órdenes a mi vida? Al hacerme estas preguntas, puedo comprobar que la admiración que sintió el Señor, por este centurión fue muy profunda. La buena noticia de esta palabra es que el Señor, me hace una invitación a abrir las puertas de mi corazón a las personas que están muy cerca de mí. Que de mi salga el interés por las persona que están pasando por un momento de dificulta, que me haga cercano con el que sufre, que esté dispuesto de ponerme al servicio de aquel que me necesita en los momento difíciles, que de mi salga el deseo de vivir totalmente bajo la disciplina del amor*.  

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.